¿Es Fernando Alonso gafe? ¿Es el piloto español el mal de sus equipos, que consiguen mejorar cuando él se va? Opiniones hay muchas, más, o menos fundamentadas. Muchas de ellas, se escudan, defienden o argumentan en base a falsas verdades, o verdades a medias. Este curioso mito al que hago referencia hoy, es, en mi opinión, una de esas falsas verdades que se va expandiendo de boca en boca hasta convertirse en algo casi dado por sentado. Está, o ha estado, en boca de muchos aficionados al motor, o inclusive de personas que no siguen la actualidad deportiva pero no dudan en opinar al respecto.

Fernando Alonso ha pasado en su trayectoria en la Fórmula 1 por cuatro escuderías: Minardi, Renault (en 2 etapas), McLaren (en 2 etapas) y Ferrari. También estuvo en el equipo Jaguar, pero no disputó ningún gran premio para dicha escudería.

Vayamos cronológicamente. El bicampeón español cambió en 2002 Minardi por Renault, siendo piloto probador ese año, para ya en 2003 tener un asiento oficial en el campeonato. Evidentemente, no. Minardi no mejoró tras la marcha de Alonso, como por otra parte es lógico, ya que los recursos de la marca italiana eran muy limitados.

Las decisiones complicadas llegaron más adelante. A finales de 2005, con su primer título de campéon del mundo bajo el brazo, Alonso sorprendió al mundo del motor anunciando que en 2007 correría para McLaren. De hecho, muchos medios sugerieron que Renault ayudaría a Fisichella en la temporada 2006, tras la marcha, o traición, del piloto asturiano. Al acabar el año 2006, con su segundo título mundial logrado en la última carrera, el español decía adiós a Renault, y hola a McLaren. El cambio no pudo ser más acertado. Fernando condujo en esa temporada 2007 el mejor monoplaza del año, mientras que la escudería Renault sufrió con la entrada de los neumáticos Bridgestone, y concluyeron 4º en el mundial de constructores, por detrás de McLaren, escudería que perdió todos sus puntos por el escándalo de espionaje, Ferrari y BMW Sauber. La escudería francesa sólo consiguió un podio. Lo firmó Heikki Kovalainen, en el lluvioso Gran Premio de Japón. ¿Es cierto el mito de que el equipo mejoró tras la salida de Fernando Alonso en este caso? No.

Finales de 2007. Con todo el lío interno que hubo en McLaren, Alonso cogió las maletas, y ante la imposibilidad de fichar por Ferrari, entre otras cosas por la presencia de Jean Todt, recaló de nuevo en Renault. A pesar de varios ajustes en la reglamentación para ese año 2008, era claro que McLaren seguiría estando arriba, y así lo confirmó durante dicha temporada logrando el mundial de pilotos de la mano de Hamilton. Ahora bien, ¿podemos decir que McLaren mejoró del año 2007 al 2008? No. La escudería británica tuvo un nivel similar. Además, en 2007 habrían ganado el mundial de constructores si no llega a ser por el escándalo anteriormente mencionado, mientras que en 2008, el equipo Ferrari los aventajó en 21 puntos. Pero, ¿quién cree que Alonso se fue de McLaren a Renault con la esperanza de contar con un mejor monoplaza? Las circunstancias fueron completamente diferentes, y la elección de Fernando no tuvo nada que ver con las prestaciones del McLaren. El único pero que se le puede poner en esta vuelta a Renault, es no haber considerado la opción de fichar por Red Bull. Pasados los años se supo que el asturiano recibió una oferta de la escudería de la bebida energética, pero la desestimó.

Tras dos temporadas algo decepcionantes en el equipo francés, sobre todo la de 2009, Fernando Alonso pudo anunciar su fichaje por la escudería Ferrari en 2010. El cambio, como era de esperar, fue a mejor. Renault mejoró en ese 2010, pero el monoplaza de la marca italiana se encontraba entre los tres mejores de la parrilla, mientras que el de la escudería gala, no. Más que un caso de que “el equipo antiguo mejore”, en este caso se trata de una buena decisión del español, que escogió fichar por un equipo más competitivo.

Hasta este momento, 2010, Fernando Alonso ha realizado cuatro cambios de equipo. Tres de ellos fueron cambios a mejor (Minardi-Renault, Renault-McLaren y Renault-Ferrari), mientras que sólo el paso atrás de McLaren a Renault, repleto de connotaciones, se puede considerar una mala elección.

Llegamos al momento cumbre. Tras cinco temporadas en Ferrari, dos subcampeonatos y 11 victorias, Fernando Alonso se cansa. Se cansa de no contar con el mejor monoplaza. Se cansa de batallar con monoplazas más rápidos que el suyo. Se cansa de tener un monoplaza muy pobre en clasificación y se cansa de los fallos estratégicos de su equipo. Además, en 2014, y con la entrada de la era híbrida, la marca italiana realiza la peor temporada, con diferencia, desde que él estaba en sus filas. Tras ello, Alonso no atisba un buen futuro para Ferrari. El español abre los ojos a nuevas posibilidades que le puedan garantizar victorias a corto plazo, sabiendo que su equipo actual no iba a ser capaz. El de Oviedo creía que si seguía en Ferrari podría ganar alguna carrera suelta, o incluso luchar por algún subcampeoanto más, pero en lugar de eso, fue ambicioso y tomó la decisión más arriesgada posible, recalar en McLaren Honda. Cómo salió esta unión ya todos lo sabemos.

Las esperanzas tanto suyas como de miles de aficionados a la Fórmula 1 se pusieron sobre un proyecto que resultó ser uno de los mayores fiascos de la historia del deporte. En cambio, hay que romper una lanza en favor de Alonso. Si bien su apuesta no fue la acertada, acertó de pleno respecto a Ferrari. En las temporadas 2015 y 2016, el equipo italiano no pudo ni siquiera toser a Mercedes. Tres fueron las victorias que acumuló la escudería de Maranello entre esos dos años y 642, sí, 642, fueron los puntos que sacó de diferencia Mercedes a Ferrari combinando ambas temporadas. Además, en 2016 la escudería Red Bull fue quien ocupó la segunda plaza en el mundial de constructores, justo por delante de los italianos. ¿Mejoró Ferrari tras la marcha de Alonso? No. ¿Acertó el bicampeón mundial con su apuesta ganadora? Tampoco.

Tres temporadas después de la marcha del asturiano de Ferrari, la escudería italiana empezó a carburar. En 2017, el equipo del “Cavallino Rampante” plantó algo más de cara a Mercedes, al igual que en este 2018, pero nada que no hiciera con Alonso en 2010, 2012 o incluso el comienzo de año en 2013. ¿Con el español en sus filas habrían ganado alguno de estos dos últimos mundiales? Nunca lo sabremos. Lo que sí podemos saber es que como bien predijo Fernando, Ferrari no ha ganado. Él tampoco, pero eso no podía saberlo. Sólo pudo anticipar, debido al conocimiento del desarrollo del monoplaza, y con acierto, que los años de Ferrari en esta era híbrida no le iban a dar la posibilidad de alzar su tercer título mundial a corto plazo.

En definitiva, y dejando de lado el cambio de Minardi a Renault, y Renault a Ferrari, por ser “obvios”, y el regreso a Renault en 2008 debido a las connotaciones que este tuvo, nos encontramos con que Fernando Alonso ha tenido dos decisiones “difíciles”:

En la primera de ellas, el español no pudo estar más acertado. Abandonó Renault a finales de 2006, y se unió a McLaren. El movimiento fue redondo, ya que mientras la escudería británica dispuso del mejor monoplaza esa temporada, el equipo galo sufrió un bajón de rendimiento. Por otro lado, la última decisión “difícil” que tomó Fernando fue abandonar Ferrari rumbo a McLaren. Como ya he dicho anteriormente, acertó de pleno respecto al bajo, o similar rendimiento de Ferrari los años venideros, mientras que su error estuvo en confiar en el proyecto McLaren Honda. Es decir, en estas dos decisiones, el bicampeón mundial salió reforzado en una y media. Únicamente la pifia de la unión de Honda con McLaren dejó abierta la posibilidad a los aficionados para crear este falso mito respecto al piloto español del que tanto se habla, sobre todo entre gente, en mi opinión, desinformada y con ganas de enterrar a uno de los mejores pilotos que ha dado este deporte.