¿Y si Albon gana en Spa?
¡Perdónanos, Helmut! ¿Honda…que has hecho?
La F1 antes que un espectáculo es una competencia. Aunque este aspecto la categoría ha estado languideciendo desde el comienzo de la era híbrida, para muchos es todavía la mejor en su clase. Después de todo, su historia, su nivel de desarrollo, innovación y tecnología, sus pilotos y equipos legendarios, y su glamur, no pueden ser dejado de lado.
Como toda (buena) competencia, la F1 es resultadista, por lo tanto, cambiar, adaptar, probar, evaluar y volver a hacer rodar el círculo, es parte del juego. Dar la vuelta completa y cerrar círculos con perímetros grandes toma más tiempo que cuando los círculos son más pequeños o el conllevan un perímetro más corto. Las gestiones de Wolff y Todt en Mercedes y Ferrari nos ejemplifican lo primero. El dúo Horner-Marko es otro caso. ¿Entonces, el largo plazo, depende de los resultados? Bueno, no siempre, pero sin resultados no hay largo plazo. Ojo, ser resultadistas no significa pura y exclusivamente ganar, sino lograr los objetivos propuestos.
Está claro que tanto Red Bull como Honda entraron a la F1 para ganar. Ambos equipos tienen algunas cosas en común, como la persistencia basada en el aprendizaje y en la rápida adaptación que supieron llevar a cabo ambas empresas. Y Helmut sabe de cambios…¿O Max no ganó en el mismísimo Gran Premio en el que debutó en Barcelona, en 2016? ¿Y si ahora en Bélgica gana Alex?
Marko es un tipo duro, de los de antes, en donde el factor humano emocional muchas veces es dejado de lado en post de buscar el resultado y de sobrevivir en esta F1 moderna. Solo hay que leer las declaraciones de Kvyat publicadas en Motorlat. El propio piloto ruso reconoce la velocidad de Albon y respeta el cambio. Sabe que ahora Alex tiene un arma con la cual pelear la victoria. ¿Qué le diremos a Marko entonces?
Habrá que mirar a Gasly entonces. Pero seamos sinceros, Pierre no estaba a la altura de las circunstancias y la performance en Hungría fue la gota que rebalsó el vaso. Es tiempo de reflexión para Gasly. Un volver a aprender. Barajar y dar de nuevo. Nadie duda de su talento. Aquí creo que aplica la famosa reflexión, que dice que a veces es mejor dar un paso atrás para dar tres adelante, aunque no resultara esto con Daniil
Alex Albon no la tiene fácil. Ha demostrado un gran poder de adaptación en su temporada debut en la F1. De hecho, es lo que más asombrara a Helmut y lo que lo llevó a tomar la decisión. Sin embargo, no debemos olvidarnos del factor Max. Su peso en el equipo es innegable. Es el piloto número 1. Rápido, agresivo, sagaz, inteligente, ganador, talentoso. Pondrá gran oposición a Albon y veremos como mueve esta nueva carta Red Bull, si los deja competir o Albon solo viene a recuperar el terreno perdido por Gasly y actuará de ladero. Algo es cierto, Red Bull afiló su arma. Tiene un chasis superior, un motor que empuja y un dúo de pilotos que, si los dejan, pueden llevar lejos a la escudería austriaca. Un cambio hecho a tiempo, un círculo que no se cierra (o no lo dejan cerrar) y un futuro que puede ser largo y brillante para Red Bull.