El equipo McLaren completó en el pasado Gran Premio de Azerbaiyán su mejor fin de semana conjunto desde, justamente, la anterior edición de la cita azerbaiyana. Tras el séptimo puesto de Carlos Sainz y el octavo de Lando Norris, el equipo de Woking se coloca en la cuarta posición de Constructores, o lo que es lo mismo, “el mejor” del resto del mundo.

El Gran Premio de Azerbaiyán supone un punto de inflexión en la nueva era de McLaren. Fue un fin de semana del que se sacan bastantes aspectos positivos. Primero, Carlos Sainz, que por fin ha podido completar una carrera sin problemas y, como era de esperar, ha cumplido: séptimo lugar del español en Bakú.
Sainz acaba séptimo: "Por fin no nos ha pasado nada raro"

Otra parte es el haberse colocado como el mejor equipo de la zona media, a pesar de que Pérez se les colase delante. Si bien un histórico como McLaren no puede contentarse con ser los cuartos, es buena señal tras estos años de decadencia con Honda y el pasado curso como primer año con Renault.

Además, y hablando sobre el propulsor francés, los de Woking les están ganando la batalla al equipo oficial. Ante la falta de fiabilidad del motor Renault, y que ésta está afectando mayormente al equipo oficial, los pilotos de Mclaren están sabiendo sacar el máximo partido a un propulsor que, a simple vista, parece estar a la cola de los motores, por detrás de Honda.

En comparación con el año pasado, el equipo hasta Baku había sumado 36 puntos con Alonso y Vandoorne, lo que supone el doble de puntos de los cosechados esta temporada (18). Tanto Norris como Sainz están haciendo un gran trabajo, si bien es cierto que la suerte, sobretodo en el caso del madrileño, les está siendo esquiva. Los primeros puntos del español en Baku son un punto de inicio en el desarrollo de su temporada personal.

En el caso de Lando Norris, el piloto está cumpliendo con creces su papel de rookie. 9º del mundial con 12 puntos, el inglés está demostrando sus dotes de conducción y sorprendiendo a más de uno. Verse envuelto en el incidente de Shanghai con Sainz y Daniil Kvyat le obligó a abandonar en una carrera en la que bien podrían haber terminado en puntos.

Quizá el único punto negativo del fin de semana: la estrategia. Mantener a Sainz un par de vueltas más que Norris cuando estaban luchando contra Pérez les supuso perder la posibilidad de luchar por el sexto desde la parada. Pero por lo demás, el trabajo de McLaren les hace ver una luz de esperanza en un túnel oscuro que dura ya muchos años.

“Bakú nos da ese punto de optimismo antes de ir a Barcelona”, expresaba Carlos Sainz tras la cita azerí. Será necesario seguir trabajando en el MCL34, pero la base del coche es muy buena y los pilotos están haciendo su trabajo correctamente. Pues se verá en el Circuit de Barcelona-Catalunya, un circuito en el que se pueden determinar qué coches han de mejorar y cuáles llevan el trabajo hecho, si la tendencia ascendente de Mclaren es real.