No ha sido la edición del Rally Dakar que hubiera querido tener Honda. De sus cinco pilotos, tres abandonaron y dos pudieron finalizar pero con uno de ellos sancionado de manera injusta según lo transmitido por el equipo.

Ricky Brabec debió abandonar la competencia por una falla en el motor a dos días del final mientras era el líder de la general. Joan Barreda Bort se tuvo que ir en la tercera etapa tras no poder salir de un barranco y Paulo Gonçalves se retiró de la competencia luego de una fuerte caída en la etapa 5.

José Ignacio Cornejo y Kevin Benavides fueron los que se mantuvieron en pie, pero con suertes dispares. El chileno finalizó en la séptima ubicación a 1 hora y 8 minutos del ganador Toby Price con KTM. Por su parte, el argentino quedó relegado al duodécimo puesto con más de 3 horas y 41 minutos luego de la sanción de 3 horas por añadir información extra del roadbook encima del depósito de su moto. Dicha sanción está siendo apelada.

“No resultó como pensábamos que iba a terminar, obviamente me he preparado mucho para esta edición, tenía un gran sueño por el que pelear”, decía Benavides. “Es un poco feo acabar así y que las cosas se resuelvan en un escritorio. Finalicé la carrera de una manera decente, con la cabeza en alto como buen atleta. Honda y yo hemos hechos las cosas bien. Hemos apelado la penalización y ahora tenemos que esperar hasta que se concluya la competencia para ver qué pasa”.

El enojo del equipo fue en aumento cuando se supo que a Sam Sunderland le quitaban su penalización y con esto, subía al último escalón del podio. El británico de KTM había sido castigado con una hora por haber manipulado de manera intencional su iritrack y así, obtener un nuevo horario de salida.

Al parecer, los comisarios recibieron nuevas evidencias que constatan lo contrario y es por eso que Sunderland estaba en el podio y no Pablo Quintanilla, el cual había sufrido una caída en la última etapa que le hizo perder 19 minutos y en ese momento la victoria. Finalmente, el chileno de Husqvarna bajó al cuarto de la general.

Raul Castells, jefe del equipo Honda, no dudo en manifestar su fastidio con la situación en el comunicado de prensa. “Estamos muy descontentos por cómo se fue dando el Dakar, especialmente en la parte final. Nosotros como equipo hemos hecho lo mejor que podíamos y lo hemos dado todo. La carrera termino sin el premio merecido, pero hemos trabajado muy duro y todo salió bien”.

“Lamentablemente estamos muy descontentos con el jurado y la organización de la carrera. Primero por la penalización que nos han impuesto, la cual hemos apelado. También descontentos de como han aplicado las reglas con el resto de los participantes del Dakar. No se puede tolerar que uno sea sancionado por algo que pudo haber hecho y en contraste, a otros que han actuado deliberadamente con la intención de hacer algo que sabían que no era correcto, no sean penalizados. Esperemos que todo sea estudiado y cambien las maneras en que aplican las normas”.