La Fórmula 1 es sinónimo de velocidad, la que podemos encontrar en su máxima expresión en el Autodromo Nazionale Monza, que se celebra desde el 31 de agosto hasta el 2 de septiembre en el GP de Italia, 14ª prueba del Campeonato Mundial de 2018.

Conocido universalmente como el "Templo de la Velocidad", la pista de la Brianza (ubicado a 15 km de Milán) fue construida en 1922 para albergar al Gran Premo de Italia. Con 67 GP disputados, el Autodromo Nazionale Monza es el circuito más usado en la historia de la F1: en Mónaco han competido 65 GP y en Silverstone 52.

Para limitar el rendimiento de los monoplazas, en los años setenta se introdujeron tres chicanes, llamadas Varianti. El último cambio en el diseño de la pista se llevó a cabo en 2000, con la modificación de la Variante del Rettifilo. El récord de vuelta con esta configuración pertenece a Rubens Barrichello, quien en 2004 con el Ferrari F2004, equipado con sistema de frenado Brembo, y paró los cronómetros en el 1'20''089.

El récord podría ser superado gracias a los coches super competitivos de esta temporada. Todo eso dará como resultado un esfuerzo notable para los sistemas de frenado de los autoscapaces de desarrollar un mayor par de frenado durante dos años. Además, la baja carga aerodinámica utilizada para aprovechar las largas rectas se traduce en frenadas extremadamente violentas y difíciles de manejar.

Según los técnicos de Brembo, que han clasificado las 21 pistas del Campeonato del Mundo, el Autodromo Nazionale Monza entra en la categoría de circuitos exigentes para los frenos.

El compromiso de los frenos durante el GP

Hace tres años, en Monza, los autos más rápidos se clasificaron a 250 km/h de promedio por vuelta, mientras que este año podría superar los 260 km/h. El tiempo empleado para frenares bastante bajo : tán solo el 12 por ciento de toda la carrera.

Hay seis frenadas para cada vuelta: en Mónaco hay 12, en Budapest y Bakú 11. El promedio del utilizo de los frenos es de 9,9 segundos por vuelta, un valor superior solo al de Spielberg, que es más corto, incluso de un Kilometro y medio.

La presencia de pocas frenadas pero todas violentas en una desaceleración promedio por vuelta de 5,6 g: la frenada menos exigente, en la curva 7, de hecho da como resultado una desaceleración de 5,1 g, nivel nunca alcanzado en ninguna de las curvas de los GP disputados hasta la fecha.

La combinación de potentes frenadas compensas por su escasez numérica genera energía disipada por cada coche durante todo el GP en línea con las demás carrera: los 180 kWh son de hecho similares a los valores de Barcelona y Bakú.

Desde el inicio hasta la bandera a cuadros, cada piloto ejerce una carga total en el pedal de freno de 56 toneladas. En la práctica, cada esfuerzo de frenado excede 1.050 kg y esto requiere una gran preparación física, que también es esencial para hacer frente a las aceleraciones laterales en las curvas.

El frenado más exigente

Todas las 6 frenadas en el Autodromo Nazionale Monza están clasificadas como exigentes para los frenos.

La más difícil es la último antes de la línea de llegada: los monoplazas llegan a 314 km/h y decelerán a 205 km/h en solo 72 metros, dos tercios de la altura del Duomo de Milán. Para tener éxito, los pilotos frenan durante 1,22 segundos, ejerciendo una carga de 211 kg en el pedal del freno y frente a una deceleración de 6,7g.

Impresionante también el esfuerzo requerido en la curvas 4, desde 326 km/h a los 117 km/h en solo 2,37 segundos y 127 metros: la carga en el pedal es de 176 kg y la máxima deceleración de 5,7 g, valor máximo de protección garantizado hace veinte años por los trajes aeronáuticos de los pilotos de combate.

En valores absolutos, por otro lado, al frenada más larga se encuentra en la primera curva: 140 metros necesarios para bajar de los 335 km/h hacia los  90 km/h. Todo en solo 2.60 segundos gracias a una carga de pedal de 165 kg.

El esfuerzo requerido por los pilotos en la sucesión de las curvas 6, 7 y 8 es bastante monstruoso: tres frenadas con deceleraciones de 5g y 5,5g, con cargas de pedal de 180 kg, 165 kg y 166 kg. Una secuencia que quita el aliento y requiere la máxima concentración para aprovechar al máximo los frenos Brembo.

Brembo Performance

Los autos con frenos Brembo ganaron 24 de las 43 ediciones del Gran Premio de Italia en el que participaron. Once de estos éxitos fueron de Ferrari que igualemnte no gana en Monza desde el año 2010. Sebastian Vettel triunfó en Italia con Toro Rosso y Red Bull pero todavia no con el team de Maranello. Mercedes en cambio persigue la quinta victoria consecutiva en Monza.

Toda la información fue proporcionada por Brembo






Redactores : PJ (@smilextech) / Cristiano (@spontonc)