Ya hacía varios meses que el piloto del equipo oficial de Yamaha, se encontraba poco cómodo en la moto, concretamente en las salidas, donde perdía mucho tiempo y solía llegar a las primeras curvas entre la montonera de pilotos menos rápidos. Parece que la fábrica de los diapasones ha dado con la clave y han sustituido el embrague hidráulico por uno de cable, más tradicional, ya que de esa forma, tiene más sensación de control. A partir de ahora, al menos las salidas no le supondrán un quebradero de cabeza para él y podrá optar a quedar mucho más arriba en la clasificación general, aunque a día de hoy y a pesar de no haber estado al cien por cien, disfruta de una meritoria quinta posición.

El pasado Gran Premio de San Marino, disputado hace unos días en Rimini, le ha dado a Viñales la oportunidad de volver a brillar. Acabó la FP4 como líder indiscutible, por delante de Jorge Lorenzo, Andrea Dovicioso y Marc Márquez, y tras la Q2, la tercera posición de cara a la carrera, le hizo mostrar una gran sonrisa a los medios mientras manifestaba que estaba muy contento porque la moto había funcionado muy bien. Al día siguiente, en la carrera, y pese a salir en primera línea de parrilla, Viñales no pudo romper la racha de 22 carreras sin obtener una victoria, aunque al menos, parece que le consolaba haber quedado por delante de su compañero de equipo en Yamaha, Valentino Rossi. Maverick acabó en quinta posición mientras que “The Doctor” terminó séptimo. Tras la carrera, Viñales declaró a los medios allí congregados: "Hacía tiempo que no me sentía tan bien como el viernes y el sábado, con agarre en la pista. Pero cuando no hay agarre es más de lo mismo. Rins y Crutchlow me adelantaron como si estuviera parado. El sábado era el contrario. La pista estaba muy resbaladiza y perdía mucho en frenada, de atrás y deslizaba durante toda la curva. Tenemos un gran chasis que lo permite todo. Pero la electrónica no está lista, especialmente cuando el asfalto patina. Creo que todo es un compromiso. No soy un técnico, solo sé que cuando la moto tiene agarre es de las mejores. Intenté empujar desde la primera vuelta y en la segunda curva casi salgo por orejas. No me he comido una curva en los test, el sábado ya me comí varias, y hoy, muchas. Lo que está claro es que algo en la moto está mal. Tenemos algunas ideas que probaremos con vistas a Aragón. Especialmente en frenada, que es clave. Tuve muchos problemas en ese sentido, sobre todo si lo comparamos con el sábado".      

Viñales es consciente de que hay que mejorar aún cosas en la parte delantera de la M1, pero está contento y motivado. Hace poco transmitía a los medios sus impresiones, afirmando que cuando no estás cómodo sobre la moto, pierdes confianza, pero gracias a las mejoras en su montura y al gran ritmo de la misma en las carreras, podrá demostrar estar a la altura de sus rivales y recuperar los puntos que le sean posible. Ha dado un gran paso adelante y esperemos que logre romper su mala racha en el próximo Gran Premio, que por cierto, se disputará en un trazado español:  el Circuito de Alcañiz, Motorland, los días 21,22 y 23 de septiembre.