Continúa la evidente crisis en el Yamaha Racing
Aunque parecía que la marca de Iwata dio con el clavo acertado antes del parón del verano, la realidad no es así. Y es que la crisis que atraviesa la marca japonesa es más que evidente y los responsables han pedido paciencia a los miembros del equipo.
Yamaha está pasando por uno de los peores momentos de la historia, una situación que se agrava en cada Gran Premio. Con la posición de los pilotos oficiales en la última cita -Austria- el box está perdiendo los papeles. Maverick Viñales salió en carrera en la 11ª posición y cruzó la línea de meta en el 12º puesto. Su compañero -Valentino Rossi- salió mejor parado pese a salir en la parrilla el 14º pero logró remontar a sus contrincantes para firmar finalmente la sexta plaza.
“Estamos contentos con el resultado de Valentino en Austria”, confesó Lin Jarvis -director de Yamaha-. Aunque admitió que quieren competir con Honda y Ducati pero que ahora resulta imposible.
Además, en el anterior GP, Yamaha concedió una rueda de prensa concretamente para pedir disculpas tanto a los miembros del equipo como al público. Estuvieron reunidos Lin Jarvis y Kouichi Tsuya, el japonés y líder del proyecto MotoGP. El británico Jarvis hizo hincapié en lo siguiente: “Creo que todos los miembros del equipo deben poner de su parte”. En estos momentos la desesperación deja de ser una opción y deben tener paciencia ya que resulta muy difícil encontrar una solución de la noche a la mañana. Por otra parte, Tsuya confirmó que Yamaha va por detrás de Honda y Ducati. “Espero que hayamos pasado el peor trago de la temporada”, dijo el japonés, pero nunca se sabe lo bajo que se puede llegar a caer y más aun cuando las motos no son lo suficientemente competitivas como para optar al podio.
El problema
En lo que al dilema respecta, Valentino Rossi tiene muy claro de dónde viene. “El problema vino cuando se puso una centralita común en el 2016”, confesó el italiano en la rueda de prensa. Además de los problemas que tiene la fábrica de Iwata con el agarre de la rueda trasera. Tsuya dijo que están aquí para ganar y cree que se han equivocado pero que deben corregirlo cuanto antes. Y no queda aquí la cosa ya que el director ratificó el siguiente hecho: “Con esta moto no podemos dar a los pilotos lo que se merecen”.
Entre el cúmulo de problemas, también se halla el hecho de que el piloto catalán del equipo Yamaha lleva sin ganar más de un año. Concretamente en Francia, Le Mans cuando logró subirse a lo más alto del podio en 2017. Por entonces Yamaha afrontaba otra situación en la que el joven piloto que sustituyó a Jorge Lorenzo ganó hasta en tres ocasiones y se volvió a subir al podio cuatro veces más.
Este año Maverick ha brindado tres veces, la última en Alemania, Sachsenring antes de las vacaciones de verano junto a su compañero de box ‘il dottore’. Así mismo lo dijo Jarvis: “Hay que entender la situación de Viñales, en 2017 ganaba carreras”. Y es cierto que la temporada pasada el catalán consiguió el ‘feeling’ pero ahora todo el equipo tiene problemas.
No hay que olvidar que antes de que comenzara la rueda de prensa del GP de Brno, William Favero -DIRCOM de Yamaha- le cogió desprevenido a Viñales para comunicarle que su técnico (Ramón Forcada) había sido despedido del equipo. Sumándole esta situación, hay que entender y ponerse en la piel del catalán que resulta difícil gestionar toda esta situación encima de la moto sabiendo que hay pocas posibilidades de ganar. Por lo que Jarvis añadió en la rueda de prensa de Austria lo siguiente: “Maverick debe saber gestionar los momentos difíciles”.
En resumidas cuentas, Yamaha debe encontrar una solución rápidamente para aliviar tanto al equipo como a dos de los mejores pilotos del mundo en el motociclismo. Veremos si en los test de Missano y de Aragón aclaran las ideas y se muestran competitivos en la siguiente carrera. Esta vez en Gran Bretaña, en el circuito de Silverstone el día 26 de agosto.