Yamaha vive su peor crisis en MotoGP
Tras 21 carreras sin conseguir una victoria, la crisis comienza a notarse en el box de Yamaha y sus pilotos se quejan de los problemas de rendimiento de la M1.
Yamaha suma ya 21 grandes premios sin alzarse con una victoria y la crisis se empieza a notar en el box del equipo japonés. Problemas en el diseño del motor, electrónica y los neumáticos serían las razones por las que tanto Viñales como Rossi no consiguen llegar al nivel esperado en cada Gran Premio.
Rossi, por su parte, ha declarado en varias ocasiones que cree que existen problemas de motor, de aceleración, de neumáticos, he incluso ha afirmado que en los últimos años no se utiliza correctamente la electrónica de la moto. Aunque el piloto se encuentra segundo en la clasificación general y es constante en cada carrera, ha declarado en varias ocasiones que los problemas de la moto no le permiten divertirse en las carreras y conseguir dar el máximo.
En cuanto a Maverick Viñales el panorama es mucho más difícil para Yamaha tras la ruptura con el que hasta ahora había sido su jefe técnico: Ramón Forcada. El joven piloto ha sufrido diversos problemas técnicos con la M1 y se mostraba desanimado ante la posibilidad de mejorar en esta temporada.
Y lo cierto es que desde la propia compañía han asegurado que los problemas van mucho más allá de la electrónica (como se apuntaba al comienzo) y es que el motor no funciona lo bien que debería. Lin Jarvis, manager del equipo, ha declarado recientemente a ‘La Gazzetta dello Sport’ que tuvieron un error en la elección de la electrónica. “Cometimos el error de infravalorar la centralita única, escogiendo un camino equivocado, pero somos Yamaha y nos levantaremos” decía Jarvis.
Ayuda a Superbikes
Tras más de un año sin victorias, Yamaha ha pedido ayuda a Michele Gadda, que trabaja para la compañía en Superbikes y que se incorporó como nuevo técnico de electrónica en Brno e irá al test de Misano.
Varios rumores aseguran que el presidente de Yamaha, Kouichi Tsuji está muy preocupado por la situación ya que si la solución es realizar un nuevo diseño para el motor, Yamaha tendrá que esperar hasta la próxima temporada para poder hacer modificaciones.
De momento, la compañía realizará varios test en Misano y Motorland para intentar recuperar el tiempo perdido de cara al sprint final del campeonato. Si Yamaha no consigue la victoria en el próximo Gran Premio de Silverstone, alcanzaría la peor sequía de victorias de su historia: 22 carreras sin ganar entre las temporada de 1997 y 1998.