En ninguna de las consiguientes fábricas; Honda, Ducati, Yamaha, Suzuki, KTM, Aprilia, hay descanso como el que han tenido los pilotos estas semanas atrás antes del pasado GP de la Republica Checa. Ni siquiera un “break” pueden permitirse los que desde sus respectivos continentes de origen trabajan para desarrollar las maquinas a las que los pilotos se suben cada fin de semana. No pasan ni 24h desde que se celebra la gala de premios, la guinda que corona cada final de temporada, y ya se pone en marcha el proceso de desarrollo de la moto que rodará en Qatar el año siguiente.

En plena temporada, las fábricas tampoco echan el cierre, muy al contrario, son como un supermercado 24h, están en constante movimiento, pues ya se sabe que en la competición de la categoría reina cada milésima de segundo cuenta.

En Honda tienen sobre su RC213V al hombre que, a día de hoy, lidera y con 49 puntos de ventaja, la tabla general de puntos. La marca del ala dorada ha realizado varios test con sus dos pilotos en lo que llevamos de temporada. En Buriram, pretemporada, probaron el basculante de carbono, el cual les ha brindado mayor rigidez. Y tampoco han olvidado testar aspectos aerodinámicos, los cuales no hemos visto que hayan causado mucho efecto en Dani, Marc o Crutchlow, ya que en contadas ocasiones los hemos visto sobre sus motos para rodar en carrera.

En Ducati los cambios han sido también muy significativos, sobre todo para Jorge Lorenzo, que tras insistentes suplicas a la fabrica italiana, esta le proporcionó la pieza que se añadió a su depósito de gasolina y la cual solapó los problemas de apoyo que sufría el mallorquín sobre su Desmodechi. Fueron a los días después de la cita francesa, cuando el 99 acudió a un test en Mugello y pudo estrenarla. Pero en lo que han trabajado principalmente en Ducati ha sido en mejorar el chasis, en el motor, y añadieron también partes de carbono al marco de aluminio tanto para las dos motos oficiales como para Danilo Petrucci.

No sabemos con certeza que pasará por las naves de Yamaha, pero si que estos llevan más de un año sin la victoria. Tanto Valentino como Maverick llevan desde el principio pidiendo cambios y novedades para la moto a la cual no terminan de adaptarse. Una de las innovaciones fue el guardabarros trasero aquel que no surtió el efecto esperado. Pero el mayor lastre que arrastran los de la marca de Iwata es la electrónica, son conscientes que es donde más tienen que mejorar y están dispuestos a ello, esperanzados que en las 9 carreras que quedan del mundial, sus dos pilotos que se encuentran segundo y tercero en la general, puedan aspirar a la lucha por el título.

En Suzuki en cambio todo son sonrisas, ya que han sumado cuatro podios en la primera mitad, lo que hace que estén a uno de perder las concesiones que ayudan a la evolución de su motor. No menos, esto significaría que el equipo de Davide Brivio está un paso más por delante que en 2017. El Team manager de Suzuki ha declarado para la web oficial de motogp, que continuarán trabajando en la electrónica, en el paso por curva, en la aceleración en salida de curva para conseguir un mejor tracción y en la estabilidad en la frenada.

La RC16 de la marca Austriaca KTM, es otra de las que se encuentra en continuo desarrollo. Centrados en el chasis y la electrónica confían en que posibles mejoras afloren en esta segunda parte del campeonato, en el cual se vienen circuitos donde el pasado año consiguieron grandes resultados. Además el test de Jerez les sirvió para que sus dos pilotos oficiales; Pol Espargaró y Mika Kallio probaran la moto de 2019 que les dejó muy buenas sensaciones.

En Aprilia se esfuerzan por conseguir ofrecer una mayor potencia a la RS-GP, la cual su marco, componentes para el motor y un nuevo cigüeñal están en desarrollo. Su basculante de carbono es en lo que más están volcados, llegando ha haber producido un total de tres piezas diferentes que no han provocado la rigidez suficiente.