Después del parón de verano toca la décima cita del campeonato del mundo de MotoGP, en el circuito de la República Checa. El Autódromo de Brno tiene un nuevo reto para los neumáticos ya que pueden ser decisivos para la décima prueba del mundial.

Este circuito cuenta con 5.403 metros con una anchura de unos 15 metros, con 8 curvas de derechas y 6 de izquierdas. Los neumáticos que ha traído aquí Michelin son los compuestos blandos, medios y duros, los mismos que en 2017. Los neumáticos delanteros son simétricos, en cambio, en los neumáticos traseros son asimétricos, más duros en la parte derecha. También han puesto a disposición las gomas de mojado para una pista donde el año pasado hubo una carrera flag to flag.

La temporada pasada, en la carrera de Brno, los tres pilotos que subieron al podio fueron 1º Márquez, 2º Pedrosa y 3º Viñales.

Piero Taramasso, Manager de Michelin Motorsport, declaraba que pese a la dificultad está todo preparado“ Brno es un circuito muy exigente, construido en un entorno natural: con muchas elevaciones y descensos. Hay varias frenadas fuertes y cambios de dirección en el circuito, por lo que tendremos que estar atentos para analizar todos los datos que coleccionemos.”