Llegaba el domingo y, bajo un sol de justicia, los pilotos de la categoría reina se preparaban para tomar la salida en el trazado de la Catedral del Motociclismo.

Márquez partía desde la pole, aunque muy de cerca lo seguían Crutchlow y Rossi, con la posición a destacar de Lorenzo, que salía el primero de la cuarta línea de la parrilla.

Se apagaban los semáforos y el poleman salía muy fuerte, pero sin duda la sorpresa la dio Lorenzo, que logró colocarse en segunda posición en la segunda curva. Poco le duró esa posición y es que el 99 venía con mucha fuerza, teniendo gran número de “batallas” con su futuro compañero de equipo: Marc Márquez. Ninguno de los dos quería dar su brazo a torcer, a lo que hemos de sumarle que los de atrás también venían muy fuertes y con ganas de luchar no sólo por el podio, sino por la victoria. Rossi iba ganando posiciones, acercándose más aún a sus adversarios. Viñales, por su parte, las perdía tras una salida un tanto negativa para el piloto de Yamaha, aunque hemos de recordar que esta parte de la carrera no es el plato fuerte del de Rosas.

Las vueltas rápidas no tardaron en aparecer, pasadas dos vueltas del inicio el líder del mundial iba marcando los tiempos, colocado en cabeza de carrera mientras que Lorenzo seguía incomodándolo desde atrás; se iban alternando en cabeza de carrera, dándonos gran espectáculo a toda la afición.

Poco a poco, los grupos se iban formando, a 19 vueltas del final, teníamos 8 pilotos en el primer grupo, dejándonos en gran cantidad de ocasiones sin aliento, ya que nos dieron a ver numerosas peleas por acercarse más al podio.

De sanciones también podemos hablar un rato y es que tanto Nakagami como Iannone fueron sancionados por saltarse la chicane del trazado. Otras acciones se quedaron como lances de carrera, como el incidente entre Rins y Márquez donde el de Honda casi se va al suelo por el adelantamiento del de Suzuki o el acontecido entre Lorenzo y Rossi, habiendo toque de por medio.

La carrera seguía su curso y el líder cambiaba a cada curva… pelea entre las dos Ducati oficiales, dándole el primer puesto en unas ocasiones a Lorenzo y en otras a Dovizioso, Márquez mostrando todo su talento y Viñales uniéndose a la fiesta, dándonos a ver que vuelve a sentir esa complicidad con su Yamaha. Rossi tampoco se quedaba atrás, ya que iba amenazando con su presencia y colocándose también en varias ocasiones como líder del grupo y de la carrera en general, como cuando Maverick y Marc luchaban entre ellos, saliéndose del trazado a recorrer.

Poco le duró al piloto italiano la felicidad, ya que a dos vueltas de poner fin a la carrera, se fue largo, dejándole a Márquez esa primera posición en la cual iría alejándose más y más de su perseguidor; Maverick viñales, que finalmente fue adelantado por un sorprendente Rins sobre su Suzuki, mostrando su fuerza en la catedral del motociclismo pese a haber pasado una noche un tanto mala por encontrarse mal de salud.

1,5 segundos fue lo que consiguió el aún más líder del mundial meterle a Rins, segundo clasificado al cual esa posición le supo a gloria. Viñales vuelve al podio, mostrando que ese descontento del que ha hablado tantas veces frente a los micrófonos va desapareciendo. A las puertas de colgarse la medalla de bronce se ha posicionado Dovizioso, mientras que su compañero se hizo con la séptima posición acabando con su racha de victorias que tanta alegría le ha dado. Rossi por su parte fue quinto mientras que la cara amarga de la carrera nos la ha mostrado Pedrosa; ha conseguido un punto tras la prueba de Assen, pero se ha mostrado bastante descontento tras la gran lucha del fin de semana.

La próxima cita tendrá lugar en el trazado alemán de Sachsenring, donde esperamos ver una clara demostración de motociclismo como la que hemos podido disfrutar hoy.