MotoGP History: Con ellas empezó todo
Hace un siglo era muy complicado poder participar en alguna prueba motociclista si eras una mujer. De eso saben mucho nombres que forman parte de una lista de mujeres que se han dejado mucho para intentar equilibrar las cosas con el sexo contrario en este deporte. Mujeres pioneras que han pasado a la historia por sus valores de igualdad.
Hoy en día vemos normal la participación de mujeres en pruebas mundialistas de motociclismo. Reconocemos sus caras y las hemos visto crecer. Sus logros demuestran que no es un deporte solo para hombres y las que empiezan a labrarse un futuro sobre una moto, sueñan en igualarse con Ana Carrasco, María Herrera o Laia Sanz. Este es el resultado del gran esfuerzo que hicieron anteriores féminas para reivindicar su presencia en el mundo de las dos ruedas.
En nuestro MotoGP History de hoy nos vamos a centrar en la vida profesional y personal de mujeres piloto de distintas épocas, como Della Crewe y Anke-Eve Goldberg.
Tras los primeros años de la Revolución Industrial las mujeres habían conseguido un puesto de trabajo y la posibilidad real de poder luchar con el sufragio universal, y todo ello derivó en una revolución de género. Si hablamos de motos, tenemos que mencionar a Della Crewe, de Waco, Texas. Era manicurista y no había tenido contacto con ningún tipo de motocicleta hasta que un día un familiar, le sugirió que montase una para conocer los alrededores de su ciudad y aquel momento cambió la vida de Della. Se la recuerda por haber realizado sobre su moto casi 9000 kilómetros por varios estados de América del Norte. El caso de esta mujer es más que curioso porque, además de ser de las pocas mujeres del mundo en obtener el permiso de conducir motocicletas, decidió recorrer parte del continente americano con tan solo 10 días de experiencia de conducción. Eso no debilitó el sueño de Delia. Llenó el sidecar de su Harley Davidson V-Twin con 125 libras de equipaje, sin olvidar a su perro "Trouble" y juntos recorrieron Texas, Oklahoma, Kansas, Missouri, Illinois, Indiana y Ohio, asistiendo a los eventos de motos. Las carreteras de hace un siglo hicieron la mayoría de sus viajes experiencias muy duras, pero Della conseguía resolverlas. Escarpadas colinas, baches de infarto, troncos en la carretera, vientos huracanados, calor asfixiante, nieve...hasta intentaron multarla en dos ocasiones por viajar con su perro. Nada pudo evitar que Della entrara triunfante en la ciudad de Nueva York, en la que pudo transmitir a los medios que su viaje había sido glorioso, que se encontraba anímicamente bien y con salud. De su moto también dijo que estaba más fuerte que nunca y preparada para seguir viajando. Y así fué, ya que días más tarde de su hazaña por EEUU, Della y "Trouble" zarparon hacia Jacksonville, Florida, con intención de seguir su viaje hacia el Sur de Cuba y Sudamérica.
Anke-Eve Goldmann fue una visionaria en su tiempo. A principios de los años 60, se intentó crear un campeonato femenino de motociclismo, aunque finalmente este proyecto nunca salió adelante. Solamente se llegó a disputar una prueba, en el circuito de Hockemhein, en plena guerra fría. En el Gran Premio participaron mujeres de distintos países europeos y las condiciones metereológicas no eran las deseadas por cualquier piloto, ya que la lluvia hacía más peligrosa la prueba. La ganadora de la carrera no era otra que Anke-Eve Goldmann, a lomos de una BMW R69. Una mujer con mucho talento que tuvo la mala suerte de vivir en una época en la que ser mujer era motivo suficiente para ser apartada de la competición a alto nivel. Unos años antes de la carrera de Hockhemhein, Anke-Eve ayudó a formar la Women's International Motorcycle Association (WIMA).
Esta alemana de dos metros de estatura no fue valorada por sus gestas sobre una moto, pero muy reconocida por revistas como Cycle World o Das Motorrad por su profesión de periodista internacional especializada en motociclismo. Enfocó su carrera de manera que tuviera que ver con el mundo de la moto y fue la primera mujer en enfundarse un mono de cuero de una pieza, fabricado por el alemán Harro. Participó en numerosas carreras de resistencia pero fue vetada en pruebas de mayor prestigio. A pesar de todo, nunca dudó en seguir colaborando con la WIMA para que la mujer pudiera competir al igual que un hombre.
Dos mujeres de tantas y tantas que han abierto un gran camino, el de la libertad de poder disfrutar de la moto, el de la posibilidad de lograr campeonatos del mundo. El camino hacia lo más alto.