Muchas veces hemos visto como el alemán era público de un sinnúmero de críticas que apuntaban desde su temperamento en pista cuando se sentía frustrado, hasta cuestionamientos sobre su talento. Es verdad que en varias temporadas las máquinas de Newey estuvieron un paso por delante de las demás, pero Webber tenía el mismo coche, equipo e igualdad de condiciones y nunca pudo derrotar al de Heppenheim. Cuestionar el talento de un tetracampeón mundial de F1 por más que los mismos hayan sido ganado con autos superiores a los del resto de la parrilla no tiene lugar dentro de los límites de la comprensibilidad de quien escribe. De todas maneras, analicemos que tiene a favor Seb este año, aparte de su incuestionable talento, para ganar el tan deseado campeonato con los de Maranello.

El primer punto es el equipo. Ferrari, a pesar de su cambio forzado de management, ha tomado determinadas medidas que marcan claramente el camino hacia el logro los objetivos finales, la obtención de la copa de constructores y el campeonato de pilotos. Una de las medidas más tempranas tomadas por esta dirigencia fue el enroque Kimi-Leclerc. Es verdad que Seb encuentra en Kimi un buen compañero, pero también un buen competidor. Por favor, no me mal interpreten. Leclerc es, a mi entender, la joven promesa con más futuro en la F1, pero también 2019 es su primer año en Ferrari y tendrá que demostrar que está a la altura de las circunstancias, como el mismo joven piloto reconociera, al igual que su deseo de no ser el “escudero” de nadie. Esto, a priori, no cambiaría nada para las aspiraciones de Vettel ya que encontraría en Leclerc un rival del estilo de Kimi en lugar de un aliado, como lo fue Bottas con Hamilton en 2018. Sin embargo, no creo que Ferrari permita que pase lo que pasara la temporada pasada y si es necesario, sacará a relucir las órdenes de equipo, algo que Sebastian indirectamente había reclamado. Después de todo, La Scuderia tiene un camino recorrido en esto. Todo dependerá de Binotto. Y aquí llegamos a otro punto importante, la salida de Arrivabene, de la cual ya explicáramos los motivos en otro artículo, y la llegada de Binotto.

¿Por qué la gestión de Binotto podría beneficiar a las aspiraciones de Vettel? Porque tiene la responsabilidad de ganar y a Sebastian le cabe bien ese sillón. Con 4 títulos mundiales, 4 temporadas y 13 victorias en el equipo, el alemán pareciera ser el hombre en el que Binotto deposite su confianza para liderar un equipo, que, como mencionara más arriba, incorpora un joven talento con una sola temporada en F1. No, no me olvido de Ricciardo y su victoria sobre Vettel en 2014. Sin embargo, hay varias diferencias entre aquel momento y este. En 2014, la llegada de la era híbrida le dio un auto con un motor poco competitivo al cual Sebastian no pudo adaptarse y Ricciardo le ganó con “las de la ley”, en pista, luego de hacer dos temporadas en el humilde Toro Rosso. Una joven promesa que cumplía. En cambio, Vettel va de cara a su 5ta. temporada vestido de rojo en 2019, consolidado en el equipo, siendo dos temporadas seguidas subcampeón, con un coche en pleno ascenso desarrollista, el cual mejora año tras año. No está saliendo del mismo, como pasara finalmente con aquel Red Bull de 2014. Es decir, que todavía tiene como cuenta pendiente la gloria, el deseo de lo no logrado con la escuadra italiana, siguiendo los pasos de su ídolo, Michael Schumacher.

Por otro lado, la dirigencia ferrarista decidió aumentar el presupuesto 2019. Si bien se sabe que la parte financiera no es un problema para los de Maranello, la clara dirección tomada hacia ganar cueste lo cueste (en términos de dinero) parece haberse tomado al pie de la letra. Después de todo, 11 años sin gloria no es un buen argumento de marketing para una empresa que participa en una industria, la de los super deportivo de lujo, en la que la competencia ha ido en franco ascenso en los últimos años.

Un claro ejemplo de la definición tomada de hacer todo lo posible (y más) para ganar es la decisión de poner 4 pilotos, dos de ellos con experiencia en asientos de F1, en el simulador. Se sabe que Ferrari ha usado muy bien este recurso especialmente en los fines de semana de carreras, pero parece que con esta medida esta dispuesto a ganar la carrera desarrollista que vino perdiendo sobre todo en la segunda mitad de la temporada con Mercedes. Los dos pilotos de pistas tendrán un apoyo del simulador más amplio. En este caso la experiencia de Vettel va a ser clave. Será fundamental la instancia en él pueda valerse de la misma tanto para la puesta a punto del coche como para el desarrollo de este. En este sentido, 12 temporadas en la F1 son más que una buena razón para sacar provecho de los recursos que el equipo pone a disposición.

Finalmente, la alianza con Sauber, ahora Alfa Romeo, es otra ventaja que Sebastian tiene. La curva de aprendizaje se recorrerá más rápido con un equipo B en pista. Es de esperar que los tiempos de desarrollo sean menores y el alemán cuente con una buena herramienta competitiva en cada fin de semana de GP.

En pocas palabras, Vettel está en Ferrari para ser campeón y tiene todos los recursos para lograrlo. Mucho dependerá de este coche 2019 que se presentará este viernes, 15 de febrero, pero si el mismo sigue en la línea de sus antecesores en las últimas dos temporadas, Seb tiene bastante, sino todo, para vencer a sus rivales.