Hace exactamente 1 año durante el gran premio de Malasia, el equipo Red Bull sabía que iba a celebrar por todo lo alto, aunque fuera un día después, el cumpleaños de su joven promesa. Los antecedentes decían que aquel circuito no se adaptaba fácilmente al equipo Mercedes. No obstante eso aquel 30 de septiembre la pole position quedaba en las manos de Lewis Hamilton, mientras que los de la bebida austriaca celebraron (un día después) a Max Verstappen directamente desde lo más alto del podio.

Se dice que hijo de gato caza ratón, pues de tal palo tal astilla. Max decidió seguir los pasos de su padre. Mucho se habla de este joven, de su prometedora carrera, de su brillo y de su lengua filosa. Lo cierto es que el holandés, (nacido en Bélgica) llegó al asiento de Red Bull para remplazar a Daniil Kvyat, que tras el anuncio de ayer el año que viene volverá a ser un piloto Toro Rosso

En aquel entonces el piloto ruso volvió al equipo B de Red Bull tras sus malas actuaciones en la pista, tras estar siempre en el medio de incidentes. Lo cierto del caso fue que no llegó ni a la quinta carrera con el equipo grande, y fue devuelto a Toro Rosso, dándole turno a quien no defraudó. El primer fin de semana para Max, tras el switch de estos pilotos, fue un conjunto de buen manejo y brillante estrategias, esas a las que nos tienen acostumbrados el equipo austriaco, con la que Verstappen ganó su primera carrera en Formula 1, quitando a Sebastian Vettel el placer de ser el más joven en triunfar en un Gran Premio… las habladurías comenzaban. Los que en un principio estaban en contra del cambio demasiado repentino entre Daniil y Max, se convencían que quizás era la mejor opción. Las cosas dejaban de ser “todas sonrisas” para Ricciardo porque le llegaba competencia de la buena, y al mismo tiempo también nacía la suerte de favoritismo. Los austriacos de la F1 son amantes del sensacionalismo, y Max Verstappen tenía todo lo que ellos buscan en un piloto.

Altos y bajos han acompañado la carrera de Max Verstappen dentro del equipo Red Bull. Si bien dio buenos espectáculos durante su paso en Toro Rosso, en el team de Milton Keynes la historia podría contarse de manera diferente. Hoy con 4 victorias, 17 podios y 4 vueltas rápidas entres su records, también podemos decir que más de una vez otros pilotos pudieron quejan dentro su equipo tras sus actuaciones en pista. Pese a un inicio de temporada bastante tropezado el holandés tiene suerte de rey, y también vimos como Helmut Marko tuvo siempre paciencia con él.

Las cosas cambian, Toro Rosso anunció la llegada de Daniil Kvyat, y el ruso viene de conocer algunas cosas dentro de Ferrari. Ricciardo se va con Renault y Max se convertirá en el piloto más experimentado para el equipo en 2019, con Red Bull que cambiará de proveedor de motores.

Max hoy llega a sus 21 años y pese a que esta vez no salió entre los primeros puestos, fue autor de una super carrera saliendo desde la última plaza. Gracias a un abrillante salida el holandés adelantó varios coches y empezó la remontada que lo llevó hasta la 5 plaza. Una vez Max Verstappen nos demostró su gran talento, esta vez haciéndose un gran regalo…

Feliz Cumpleaños Max…