Seguramente no podemos definir el de Sochi como un fin de semana ideal para el equipo Red Bull. Efectivamente tras sustituir las dos power unit y varias componentes, además de la caja de cambio en ambos autos, los monoplazas austriacos serán obligados a salir desde las últimas posiciones de la parrilla de Gran Premio de Rusia.

Pero para Verstappen los problemas no acabaron con eso, visto que tras una investigación de la federación internación fue sancionado otra vez. De hecho durante la Q1 los dos autos de la escuderia de las bebidas energéticas salieron a la pista, para poder estar dentro del 107%. En unas de sus vueltas Max fue testigo del trompo de Sergey Sirotkin con su Williams, y según la telemetría no ralentizó al pasar por aquella zona con bandera amarilla.

Poe esta simple razón los comisarios decidieron quitarle 2 puntos en su licencia, y otros 3 de penalización en la parrilla. El comunicado de la FIA explica que el holandés ni siquiera levantó el pie desde el acelerador aunque admitió ver la bandera amarilla. Max declaró que juzgó la situación no peligrosa, y por esta razón actuó de esa manera. Sin embargo declaró también que acepta el veredicto de la federación internacional, entendiendo el error y prometiendo más atención en el futuro.

Lo interesante es que el joven talento belga naturalizado holandés con la punición de hoy añade otros puntos importantes a su licencia. Ahora mismo tiene siete y le faltan cinco para tropezar en una penalidad, que quisiera decir la suspensión para una carrera.