A lo largo de la temporada de Fórmula Uno 2018 el rendimiento de Red Bull subió poco a poco. De hecho en las últimas carreras el monoplaza de Milton Keynes, dibujado por las sapientes manos del genio de la aerodinámica Adrian Newey, obtuvo muy buenos resultados dándose el lujo en ocasiones de estar por delante de Ferrari. Seguramente un rendimiento muy alto que vino tras un duro trabajo realizado por la escuderia austriaca, para tratar de achicar el gap con Mercedes y con el team de Maranello, que desde los comienzos de la temporada no le dejaron muchas chanches de victoria.

En Mónaco Ricciardo fue autor de un fin de semana fantástico siendo el más rápido en todas las sesiones, y el domingo gestionando un presunto problema a la parte de híbrida del motor Renault logró una importante victoria.

Pero no obstante eso las laméntelas (justificadas) continuas que en los último años salieron desde Red Bull en dirección Renault no cesaron, hasta que hace uno meses tomaron la importante decisión de dejar la casa francesa para buscar fortunas en Japón. Efectivamente desde el año que viene Honda proporcionará los propulsores al team de las bebidas energéticas, cerrando un matrimonio con Renault que desde los comienzos de la era híbrida siempre fue muy difícil.

Red Bull en Rusia decidió dar un paso atrás y volver a montar la power unit especificación 2, esperando en una mejor fiabilidad y estabilidad. A margen de esto llegaron las declaraciones de Max Verstappen que sin duda alguna siempre fue unos de los pilotos que no perdieron ocasiones para criticar a los franceses, visto que en muchas ocasiones tuvo que rendirse en pista tras problemas de varias clases. El joven holandés explico como la especificación 3 no se adaptaría a las grandes alturas de Grandes Premios como lo de México y Brasil.

Tras estas palabras el team manager de Renault Abiteboul, cansado de las continuas palabras de Max quiso aconsejar al joven de pensar en su auto, dejando de lado las críticas a sus motores: “Ningún propulsor funciona bien en alturas. La mejora que vimos hubiera sigo igual en pistas como la de México. No estoy para nada de acuerdo con los comentario de Max, por eso creo que debería centrase más en su monoplaza en lugar de criticar. Lo que tenemos son algunos problemas de conducción, y el hecho que el motor de Verstappen no hubiera podio hacer todas las carreras hasta el final estaba claro. Hay un plan y fue acordado con el departamento tecnológico de Red Bull, comenta el jefe de equipo Renault.

La lucha para mejorarse en Formula Uno es muy dura y muchas veces lleva a complicaciones inesperadas, teniendo que aceptar compromisos: “Como sucede a menudo cuando se empuja bastante en el desarrollo los problemas pueden surgir, sobre todo cuando se trata de motores. La especificación C fue un paso por delante que todos nos reconocieron pero lamentablemente tiene unas limitaciones. Verstappen es un piloto muy exigente y no es muy tranquilo. Daniel al contrario encontró soluciones para “convivir” con estos problemas en los libres uno de Singapur. Igualmente eso no quita que hubiéramos tenido que hacer un mejor trabajo para proporcionar un material mejor a los pilotos”, concluye el francés de Renault.

Esta parece ser unas de las enésimas polémicas que posiblemente escucharemos hasta el final del mundial, cuando “por fin” las dos partes tras un pasado glorioso y un presente crítico se separarán, cada uno buscando la gloria por su cuenta.