F1 - Noticias

El destierro de un guerrero

Su lucha por la supervivencia en la Fórmula 1 es férrea, pero cada vez quedan menos huecos y varios equipos le han cerrado las puertas por tener contrato con Mercedes. El futuro de Ocon está más oscuro a cada día que pasa.

( palabras)
El destierro de un guerrero
Fuente imagen: Esteban Ocon

Una sombra se cierne sobre la luz de la victoria” decía el primer ministro Churchill en un discurso, acabada ya la segunda Guerra Mundial, en marzo de 1946. Cuando Europa había eliminado la amenaza nazi con la famosa Toma de Berlín por parte de los soviéticos. Pese a ello, pese a la victoria, pese al gran resultado de la guerra y la victoria de la libertad, de la democracia, de los derechos humanos, Churchill mostraba preocupación sobre la ideología que su “camarada” Stalin llevaba en su país. El comunismo no estaba bien visto en las sociedades occidentales y comenzó una etapa de guerra ideológica entre los países capitalistas y los comunistas. La carrera espacial, la guerra de Corea o Vietnam... Queda bastante claro que las victorias no son suficiente para mantenerse vivo en una guerra.

 

Y esto es lo que le está sucediendo a Ocon, con la ligera diferencia de que la sombra que se cierne sobre él no es un problema del futuro, como predecía el primer ministro británico, sino que su problema está en el pasado: el programa de jóvenes pilotos de Mercedes, esa es su sombra, la mano que está apunto de dejar fuera a una de las mayores promesas de la última década, y me atrevería a decir que de todos los tiempos, pues sus números en su primer año junto a Pérez, un piloto con numerosos podios en su haber y con mil batallas disputadas, son bastante parejos. Pérez no es un mal piloto. Ocon tampoco. Y sus batallas, con sus grandes logros y escasos fracasos, no parecen ser suficientes para Mercedes.




Los enemigos directos de los alemanes, Ferrari y Red Bull, (italianos y austriacos, quién lo diría hace 80 años), están colocando a sus jóvenes pilotos en la parrilla de la temporada que viene. Hoy se ha cerrado el acuerdo de Giovinazzi, que militará junto al último “rey rojo” en las filas de Sauber. Dan Ticktum, piloto de Red Bull que disputa la Fórmula 3 Europea contra Mick Schumacher, el hijo de la leyenda, está intimando con Toro Rosso. Todo apunta a que tendrá que esperar todavía un año o tal vez dos para dar el salto a la Fórmula 1, pero Red Bull tiene atado a su joven promesa. También, los austriacos han robado de la cantera de Mercedes a otro piloto que también fue infravalorado y corrió la misma suerte que está apunto de correr Ocon: Wehrlein, piloto que en las últimas semanas ha sonado para ocupar el asiento de Hartley en el equipo Toro Rosso. Buemi, también de la escuela Red Bull, con un contrato en la Fórmula E que le impide regresar a la categoría reina, también sonó antes que el piloto alemán. Mercedes está desaprovechando sus recursos. Viven un presente dulce con Hamilton, pero después de él... ¿Quién vendrá? Wehrlein huyó de Mercedes ante su incapacidad de administrar a los pilotos jóvenes. Ocon está al borde del abismo después de demostrar ante todos que es capaz de todo. Russell está todavía en Fórmula 2 y tiene el mismo problema que Ocon: No tiene sitio en la categoría reina. Mercedes se queda sin cartas que jugar mientras Ferrari refuerza su plantilla con Leclerc y Red Bull con Gasly. Y ojo con Renault, que aún lo miran desde el retrovisor, pero con Ricciardo en uno de sus volantes y dando pasos en lo mecánico para alcanzar a Mercedes o Ferrari. Los franceses también disputan esta guerra.

 

Ocon ya avisó hace semanas que la situación que vivía no era sencilla. Un post en su cuenta de Twitter daba las gracias a su afición por el apoyo recibido ante su inevitable despedida de la Fórmula 1. Todavía no es definitiva su marcha, desde luego, pero cada vez es más clara su ausencia. McLaren se interesó él. También Toro Rosso, por falta de pilotos de a casa. Pero ahora, McLaren con la alineación acabada y Toro Rosso, con pretendientes como Kvyat, Buemi, Kubica y Wehrlein, y la negativa de contar con un piloto vinculado a otro equipo, el francés se queda sin un arma para disputar esta guerra. Una guerra por un título que no va a poder lograr como no se desligue de Mercedes como su compañero de profesión Wehrlein, que por cierto, aconsejó al francés que huyera del programa de Wolf y que no mirase atrás.




A esta encrucijada, cierres de puertas de unos y otros equipos, se suma la molesta actitud de un equipo Mercedes que, a diferencia de sus rivales, ha asegurado que comprar un asiento para sus pilotos es inviable. Inviable. Léanlo bien: Inviable. Leclerc, con un asiento en Sauber que le compró Ferrari, en Australia 2019 debutará con la escudería más laureada de la historia de la Fórmula 1. Inviable. Gasly, con asiento en Toro Rosso comprado por el equipo Red Bull debutará en Australia 2019 con el equipo con mejores ingenieros, mejor infraestructura y mejores resultados de la década. Inviable, Wolf, inviable.

 

La parrilla de cara a la próxima temporada se ve con más claridad. Una claridad en la que no se avista a Ocon todavía. Y no se le espera. Los problemas financieros de Williams apuntan a una dupla Sirotkin/Markelov cuyos patrocinadores sí están dispuestos a desembolsar una buena cantidad de dinero a cambio de esos asientos. ¿Y Russell después de ganar la Fórmula 2, si es que consigue consolidar el título en las dos citas que le faltan, dónde acabará? Mercedes tiene un problema, y lo sufre Ocon, lo sufrió Wehrlein y lo sufrirá Russell. Las victorias que ha demostrado el francés en las pistas no aseguraban una victoria total de la guerra que es la Fórmula 1, pues una bala perdida puede impactar contra ti en cualquier momento. Y ya es mala suerte que la bala perdida tenga origen en el arma de quien te ha llevado a soñar con la guerra de la Fórmula 1.

 

Gracias Mercedes por desterrar los talentos que nunca supiste administrar.


Artículos relacionados

Suscribirse

Subscribite ahora a nuestra lista de noticias diarias y te avisemos cada vez que una nota nueva salga.