Los doblados, un sinvivir para los grandes
En el GP de Singapur la pimienta la pusieron claramente los pilotos doblados cuando casi interfieren directamente en la lucha por la victoria. Dependiendo de la pista, la administración de los pilotos doblados y las banderas azules pueden suponer un infierno para todos.
Parece una circunstancia y una norma muy fácil de interpretar y llevar a cabo. Si vas en vuelta perdida, llegan los líderes y ves una bandera azul, te apartas. Perfecto desde fuera, pero según en qué circuitos y en qué ocasiones la tarea de doblar y ser doblado se hace muy complicada a los pilotos y hasta puede ser el factor clave de un Gran Premio. Por poco lo es en el de Singapur cuando Lewis Hamilton, con aparente margen respecto al segundo clasificado que era Max Verstappen, llegó a un grupo de pilotos con vuelta perdida entre los que se encontraban Romain Grosjean y Sergey Sirotkin en plena guerra particular. El Haas, recién salido de boxes con ruedas impolutas y en plena pelea por posiciones de puntos, se veía taponado por el piloto ruso aguantando como podía con sus ruedas usadas. A pesar de ver las continuas banderas azules ambos pilotos siguieron su disputa, hasta tal punto que veíamos a Hamilton más bien esquivando los doblados y evitando cualquier situación de peligro. Entre que se encontraba el hueco o no, aprovechó Verstappen para reducir toda la desventaja que tenía con el inglés y pegarse a su monoplaza, tanto que llegó a mostrarle el morro y obligó a Lewis cerrar la puerta.
¿Cómo los doblados en los tiempos que corren pueden hacer perder 5 segundos al líder de carrera? Actualmente el sistema de las banderas azules se activa cuando se detecta que un piloto está a menos de 1,2 segundos de otro piloto que le pretende doblar. En ese caso los pequeños monitores que hay alrededor del circuito parpadean en azul para advertir al doblado de la proximidad de un coche con preferencia para facilitarle el paso en condiciones óptimas y de seguridad. La maniobra de facilitar el paso a los líderes parece sencilla pero según el circuito y la zona del mismo se puede hacer una faena bastante complicada, más si vas a ser doblado en plena lucha con otro piloto como ha sido el caso de Grosjean y Sirotkin, y si hablamos de circuitos urbanos como Mónaco o Singapur se pueden producir auténticos caos. El circuito de Marina Bay cuenta evidentemente con bastante más espacio que el trazado del Principado, pero tiene sus zonas también muy estrechas donde es complicado apartarse de la trazada. A pesar de esto, en el caso que vimos en la carrera del pasado domingo tanto el Haas como el Williams tendrían que haberse olvidado de su pique particular y ceder el paso a los líderes apartándose de la trazada, como dice el reglamento, sin provocar una pérdida grave de tiempo o al menos una pérdida que se pueda evitar. El piloto francés fue sancionado por ignorar banderas azules.
Además, la carrera de Singapur nos dejó un caso que nos podría servir para ver la otra cara de la moneda. En las vueltas finales e intentando cazar a Vettel para luchar por el podio, Valtteri Bottas se encontró a Hülkenberg en pista ya en vuelta perdida. Pero inexplicablemente el piloto finlandés de Mercedes no podía acercarse a la distancia necesaria al alemán para que las banderas azules hiciesen acto de presencia y continuas fueron sus quejas por radio por el tiempo que estaba perdiendo detrás del Renault. Sí es cierto que rodar detrás de otro monoplaza te hace perder mucha carga aerodinámica con el aire sucio y más en un circuito como Singapur, pero ya con acercarte a poco más de un segundo el alemán ya se vería en régimen de bandera azul. ¿Cómo no fue Bottas capaz de reducir dicha distancia para poder doblar al Renault? Charlie Whiting fue cuestionado sobre si esa distancia debería ir siendo modificada según el circuito donde se dispute la carrera y el director de carrera fue tajante, ya que dicha distancia ya se aumentó este año del segundo a los 1’2 segundos y no iba a ampliarse más dado que perjudica gravemente a los pilotos doblados, que se verían obligados a bajar completamente el ritmo hasta que pasaran los líderes de carrera. Una medida sin duda desproporcionada a la vez que injusta. Creo que son los pilotos los que deben adecuarse a las normas vigentes antes de plantear un cambio de las mismas, pues si respetan todos el concepto de bandera azul y su forma de actuar ante ella al pie de la letra evitaremos estas discusiones en un futuro y la acción de doblar a un piloto dejará de ser un auténtico sinvivir.