A todos se nos pusieron los pelos de punta al ver el grave accidente de Marcus Ericsson en el comienzo de los segundos entrenamientos libres del GP de Italia. El piloto sueco perdió el control de su Sauber en la frenada de la primera curva impactando contra las protecciones y dando tres vueltas de campana. Afortunadamente Ericsson salió por su propio pie y fue apto para seguir disputando el fin de semana a pesar de un accidente brutal provocado por un fallo en el DRS.

El DRS es un sistema implementado en la temporada 2011 para facilitar los adelantamientos a aquellos monoplazas que se encuentren a menos de un segundo de distancia de su perseguido. En aquellas zonas habilitadas para su uso y al pulsar un botón cambia el ángulo del flap superior reduciendo considerablemente la carga aerodinámica y aportando un extra de velocidad punta.  En entrenamientos libres y en clasificación es permitido su uso también en las zonas habilitadas. Sí es cierto que es un sistema que ayuda mucho al piloto a terminar la maniobra de adelantamiento con ese extra de velocidad respecto al coche de delante, pero también tiene sus contras, y algunos bastante serios que afectan directamente a la seguridad. El motivo aparente del accidente de Ericcson en Monza fue un fallo en el sistema de cierre del DRS. Al frenar, el alerón trasero vuelve a su posición estándar sin necesidad de accionar el botón del DRS, pero eso no ocurrió cuando el piloto sueco se dispuso a frenar en la curva 1. Al quedarse el alerón trasero abierto, la baja carga aerodinámica en frenada provocó que el monoplaza saliese disparado hacia las protecciones y se originase el golpe. Gracias a la actual estructura de los monoplazas de Fórmula 1 que parecen indestructibles y que protegen con gran eficiencia el habitáculo del piloto, y gracias al halo de nuevo, Ericsson salió ileso del golpe y pudo participar en las siguientes sesiones del Gran Premio, pero el golpe fue muy peligroso.

Sobre el golpe y el funcionamiento del DRS se pronunció el piloto español de Renault, Carlos Sainz, y comentó que se alegraba de que Marcus estuviese bien, pero que se había demostrado lo peligroso que es un fallo del DRS en esas circunstancias. “Si el DRS no se cierra, el coche cambia completamente, en general, en cuanto al rendimiento de la frenada” – alegó el madrileño, que puso sobre la mesa la idea de pensar en un nuevo sistema que facilite también los adelantamientos en pista sin recurrir al alerón trasero móvil. “Me pregunto si la Fórmula 1 se desarrollará en el futuro sin necesidad del DRS para adelantar. Siento que necesitamos el DRS hoy en día porque de lo contrario sería casi imposible adelantar, pero ojalá desarrollen una fórmula sin la necesidad del DRS”.

Y bajo mi opinión es el rumbo que debería tomar la Fórmula 1 en los próximos años, buscar otras medidas y soluciones que faciliten el adelantamiento a los pilotos pero que sean más seguras que un alerón con sistema de abrir y cerrar cuyo fallo puede provocar una situación de peligro bastante severa. Es cierto que ya es mucho menos arriesgado adelantar como antes y vemos más adelantamientos en pista, pero con la cantidad de medios de los que disponemos seguro que podremos encontrar otra fórmula, como dice Sainz. Además del apartado de seguridad, los adelantamientos que se producen por acción del DRS los veo demasiado simples para el espectáculo, si te pegas a cinco décimas del coche de delante pulsas un botón y a volar. Perdemos con el DRS ese punto de riesgo que asumían los pilotos que no tenían esta ayuda y se disponían a adelantar. Te puede salir bien o te puede salir mal, pero las carreras son así. Apoyo las ayudas para los adelantamientos pues son la base del automovilismo y de las carreras en general, pero seguro que encontraremos sistemas mejores y dejaremos el DRS atrás.