Leclerc y un sueño de leyendas
Desde su llegada a la Fórmula 1 no ha dejado de dejar boquiabierto a todo el padock, incluso se rumoreaba que podía recalar en el equipo Ferrari la próxima temporada. Sin embargo, el piloto monegasco prefiere alabar a Sauber por construir un coche capaz.
Leclerc está llamado a ser uno de los futuros reyes de esta competición. Tal y como en su día lo fue Senna, Prost, Hakkinen o Schumacher. Este muchacho es capaz de hacer lo imposible con un Sauber que, siendo sinceros, no está para entrar en Q3. Sin embargo él lo consigue. Saca adelante el equipo cada fin de semana llegando a aventajar hasta en ocho décimas a su compañero de equipo. Sin embargo, Leclerc prefiere mantener la humildad y agradecer al equipo el trabajo que están haciendo, pues es una obviedad que desde la llegada de Alfa Romeo el equipo goza de un presupuesto mayor que les permite evolucionar el coche desde unos desastrosos test, hasta ser capaces de plantar cara al McLaren de Fernando Alonso, pues son numerosas las batallas que hemos disfrutado entre el español y el monegasco.
A pesar del mal comienzo de temporada para el rookie, Leclerc se levantó pronto de esa situación que vivió en Bahréin y Australia calificando por detrás de su compañero, cometiendo errores y teniendo ritmos poco competitivos. Sin embargo, en Bakú logró sus primeros puntos de la temporada tras una brillante 6ª plaza y desde entonces ha puntuado en 5 ocasiones. Un fallo en el pit-stop de Silverstone, una mala estrategia en lluvia en Alemania y tras una colisión en la salida de Hungría, tuvo que abandonar en la primera vuelta. En estas últimas tres carreras no ha logrado cosechar puntos por culpa de situaciones que no estaban a su alcance, pero aún así valora positivamente su trabajo en esta mitad de temporada y, sobre todo, aclara que el equipo ha hecho un trabajo excepcional.
"Creo que lo que hemos logrado esta temporada es gracias al equipo, no solo a mí. Los chicos han trabajado muy duro para darme un buen coche cada fin de semana y poder pelear por entrar en la Q3, así que es muy positivo lo que hemos logrado hasta ahora. Cada vez estamos más cerca del grupo de delante" Aseguraba el piloto monegasco.
Cuando se le preguntó sobre cuál era su momento favorito durante los Grandes Premios, él nos dijo sin dudar ni un segundo: "La clasificación. Disfruto mucho llevando el coche al límite, creo que sin duda es lo que más disfruto cada fin de semana. Superar los límites del coche, del circuito... Es lo mejor. Además lo estamos haciendo bien las últimas carreras" sentenciaba el piloto.
Por este motivo, su humildad, su talento, su velocidad innata, su habilidad y su perfección, todo el mundo quería verle en Ferrari el próximo año, intentando apretarle las tuercas a Vettel. Todo el mundo menos una voz que se alza como la de un espectro del pasado. En efecto, volvió a aparecer el polémico Villeneuve, que aseguraba que si Vettel y Leclerc coincidían en el equipo del cavallino rampante, el alemán trataría de comérselo y probablemente lastraría el futuro del piloto monegasco, algo bastante improbable ya que los grandes pilotos siempre han salido al paso de los buenos compañeros, como es el caso de Massa, que tras compartir equipo con Schumacher en 2006, en 2008 luchó por el mundial. O incluso Hamilton que se enfrentó al que fue vigente campeón del mundo en 2007, Fernando ALonso y consiguió aguantar el pulso al español. Tal vez lo que teme Villeneuve es que el equipo pueda colapsar, se vean en una guerra interna ante la confrontación de dos enormes pilotos. En ese caso entendería que Leclerc no recalase en Ferrari en 2019, pero Vettel tiene papeletas para estar muchos más años en Ferrari ¿Hasta cuándo va a tener que esperar Leclerc?