Es el momento de la estabilidad. Todo hace indicar que Carlos Sainz será el reemplazo de Fernando Alonso en el equipo Mclaren en la próxima temporada, que se retirará (temporal o permanentemente) del mundial de Fórmula 1. Se habla que las negociaciones entre el piloto español y la escudería de Woking llevan semanas negociando un contrato a medio plazo (dos años) antes del cambio de normativa de la temporada 2021.

Todas las papeletas dan a Pierre Gasly como sustituto de Daniel Ricciardo  en la próxima alianza Red Bull – Honda, ya que ha hecho buenas actuaciones con un mediocre Toro Rosso, y ya tiene un año de experiencia con el motorista nipón. Un puesto que también opta el piloto madrileño, pero su contrato con la estructura de Red Bull finaliza en Septiembre, lo que ha sido decisivo para su no elección al equipo grande de la bebida energética. Sainz tendrá la doble papeleta de rellenar el talento y el rendimiento que saca Alonso al MCL-33 al futuro MCL-34, que la estructura de Woking lleva trabajando desde mediados de temporada para mejorar su decepcionante rendimiento de 2018 en 2019, y demostrar sus cualidades y mandar mensajes a los equipos más grandes de la actualidad para la temporada clave que tendrá en 2021.

Pero no hay que pedir a Carlos Sainz que sea el Fernando Alonso del futuro de la Fórmula 1 en España, ni a ningún piloto que pueda entrar en el futuro como Roberto Merhi o Alex Palou. El tiene que ser el mismo y forjar su propia carrera y sus propias virtudes en el automovilismo, siendo el siguiente referente tras el mejor piloto español de la historia de las cuatro ruedas y demostrar que tiene capacidad de lograr el mundial en alguna ocasión.