Romain Grosjean ha sido uno de los pilotos que peor rendimiento ha tenido en la primera parte del campeonato. Tras los ocho grandes premios iniciales, el galo no había añadido ningún punto a su casillero, mientras que su compañero, Kevin Magnussen, ya contaba con 27. Pero tras la octava carrera llegó la novena, y en el rápido cirtcuito de Austria, el ex de Renault logró cruzar la bandera a cuadros en cuarta posición, desquitándose de sus últimas actuaciones y reduciendo considerablemente la presión acumulada sobre sus hombros. Posteriormente, en las tres pruebas siguientes tras el éxito austriaco, el francés volvió a colocar su monoplaza en el top 10 en dos ocasiones. Sexto fue en Alemania, mientras que en Hungría ocupó la última plaza que da derecho a puntos. Esta mejora antes del parón veraniego ha disminuido la cantidad de rumores que se cernían sobre la pérdida de su asiento el año que viene, y Romain está confiado en que tiene cuerda para rato en la Fórmula 1.

En un época donde la “silly season” cobra todo el protagonismo junto a las especulaciones sobre cambios de asiento, algunos factibles y otros completamente disparatados, el piloto nacido en Ginebra, Suiza, no se siente alarmado: “No estoy nada descontento con mi trayectoria hasta el momento. Creo que puedo estar en Fórmula 1 bastante tiempo más”. Lo cierto es que Grosjean tiene razón, pero al igual que él, muchos pilotos que perdieron su asiento también confiaban en sus posibilidades. Recientemente, nombres como los de Kvyat, Palmer, o Gutiérrez y Nasr, con grandes patrocinios a sus espaldas, se vieron obligados a abandonar su asiento de piloto titular. Por otro lado, obviamente, el piloto galo no va a salir a decir que tiene dudas sobre su futuro, ya que lo único que haría sería crear una sensación de nerviosismo y dudas sobre su pilotaje.

“No me siento viejo y ninguno sabe que sucederá en 2021. Nadie quiere firmar un contrato más allá de 2020 a día de hoy”, declaró el francés en relación al cambio de normativa drástico que entrará en la competición ese año. A día de hoy, tanto Grosjean como Magnussen no tienen su asiento confirmado para 2019. La escudería estadounidense tiene la opción de alargar sus contratos por un año más con las mismas condiciones, medida que quizá anuncien en su gran premio local, en Austin, a finales de octubre.

El piloto galo lleva de la mano de Haas desde que la escudería entró en 2016 en la parrilla. “Estoy muy orgulloso de lo que hemos conseguidos juntos en los últimos dos años y medio. Creo que aún tenemos trabajo por hacer juntos en el futuro”. De él depende. Si rinde bien, o aceptablemente bien, dudo que los dirigentes de Haas prescindan de sus servicios. En cambio, si su rendimiento se parece más al del comienzo de temporada que a las últimas carreras, quizá la estructura americana busque sabia nueva en la parrilla. ¿Alguien dijo Charles Leclerc?