"Por suerte, McLaren se equivocó con Honda”, comentaba esta semana Franz Tost, director de Toro Rosso, debido a la alegría que sentía por el sexto puesto obtenido por Gasly en el Gran Premio de Hungría. No es la primera vez que la escudería italiana con base en Faenza logra terminar una carrera como el mejor de los equipos que no pertenecen al top3 dominante (Mercedes, Ferrari y Red Bull), debido a que en Bahreín había logrado un cuarto puesto y en Mónaco terminó en el puesto siete.

Si bien, resulta llamativo que un equipo como Toro Rosso logre superar a equipos como Force India, Haas y Renault, lo que lo hace más destacable es que esos resultados los haya conseguido con un motor Honda, el mismo que durante los últimos tres años había sido señalado como el gran responsable del hundimiento de McLaren. Basados en estos resultados del equipo hermano de Red Bull, la escudería de la bebida energética tomó la decisión de ponerle fin a su exitoso vínculo con Renault para el final de la presente temporada y empezar una nueva relación con la marca japonesa.

“El año que viene, con Red Bull, el objetivo es bastante simple: ganar carreras. Honda es una empresa muy exitosa que quiere ganar carreras”, añadía Tost demostrando que el equipo que supo dominar la categoría entre 2010 y 2013 no tiene grandes expectativas para el 2019 y no esperan un año con un rendimiento inferior al actual. No obstante, la incógnita en el paddock debe estar puesta en las razones por las que se debe creer que esta nueva oportunidad en la Fórmula 1 sí tendrá el éxito que nunca estuvo ni cerca de conseguir con McLaren.

Quizá el principal motivo para creer en un 2019 exitoso para Red Bull y Honda sea la buena relación que existe entre el equipo austriaco, que este año ya se evidencia mediante Toro Rosso, y los ingenieros de Honda. Mientras que en McLaren las críticas empezaron desde los primeros grandes premios de la temporada 2015, Red Bull prefirió preparar el terreno para su futura relación con los japoneses mediante Toro Rosso. En el equipo de Faenza, Red Bull pudo observar el trabajo que realizaba Honda y, a mitad de la presente temporada, decidió ir ganado tiempo poniéndolo a disposición de su nuevo suministrador de motores para llegar mejor preparados al 2019.

Además, el otro punto fuerte que invita a creer que la alianza Red Bull – Honda será prometedora es el gran chasis que el equipo con base en Milton Keynes suele presentar gracias al trabajo de Adrian Newey. Si bien, en McLaren decían tener un buen chasis, en la presente temporada en la que cuentan con motores Renault se ha demostrado que no era tan bueno como aseguraban desde Woking y le quita un poco de responsabilidad a Honda por esos tres años de malos resultados.

“Gracias, McLaren. Ya les di las gracias el año pasado y sonreían. Creo que ahora yo sonrío”, comentó Tost demostrando un gran optimismo que se encuentra sustentado en los buenos resultados de Toro Rosso en 2018. Las expectativas son altas y solo se podrá saber si pasar de Renault a Honda fue bueno para Red Bull cuando los monoplazas empiecen a rodar en los test de pretemporada de 2019. Pero el reconocimiento de las autoridades de Toro Rosso al trabajo de Honda y las facilidades para ir probando en el equipo de Tost invitan a creer que en 2019 se podría ver el verdadero potencial de Honda en su nueva etapa en la F1.