Vandoorne era una de las grandes promesas al llegar a la Fórmula 1. Sin duda destacó en categorías inferiores, particularmente en GP2, donde dominó con mano de hierro y se llevó el título en el 2015. A parte de este título también cuenta con el de la Fórmula 4 Eurocopa 1.6, la Eurocopa Renault 2.0, y segundos y terceros puestos en otras categorías.

Con este palmarés la lógica nos decía que llegaba un gran talento a F1 y venía para destacar. Además llegaba a la Categoría Reina de la mano de una de las escuderías históricas: McLaren. Lo que nadie esperaba era que más que disfrutar de McLaren, la sufriría. Al lado del bicampeón mundial Fernando Alonso, del que podría aprender mucho, sí, pero que le podría dar mucha guerra.

Y así ha sido. McLaren no pasa por su mejor momento, un mal momento que se alarga ya muchos años y que parece estar engullendo a un gran talento del automovilismo. El belga no puede demostrar mucho con un monoplaza que en muchas ocasiones no es capaz ni de llevarle a meta y cuando lo consigue tampoco le deja demostrar su potencial.

Además tiene un problema añadido, su compañero de box es Alonso. Un piloto que parece hacer magia con un monoplaza que no está para entrar en puntos y que él periódicamente lo lleva a tal lugar. Siendo así, las comparaciones son lógicas y no dejan en buen lugar al belga. Su compañero ha intentado ayudarle y justificar esa falta de puntos en numerosas ocasiones, pero parece algo complicado.

Stoffel Vandoorne cuenta únicamente con 8 puntos en esta temporada, frente a los 44 de su compañero. Si sólo nos fijamos en eso es muy fácil caer en el tópico de que no lo está haciendo bien, pero en mi opinión no es así. Alonso es un piloto acostumbrado, muy a su pesar, a sacar petróleo de monoplazas poco competitivos y eso está hundiendo a Vandoorne. No es que Vandoorne esté teniendo un mal ritmo o no esté pilotando correctamente, es que su coche no da para más y tampoco se le puede comparar con su compañero de equipo, ya que cuenta con mucha más experiencia que él en F1, además de saber cómo sacarle partido a ese monoplaza.

Aun así las críticas le están lloviendo. Y parece que es más que extendido el rumor de que sus horas en McLaren están contadas. Pretendientes no le faltan a su asiento y más en un momento en el que muchos talentos vienen pisando fuerte desde categorías inferiores y da la sensación de que no hay espacio suficiente para todos. Además estamos en una época del año en la que parece que el baile de pilotos va a comenzar de un momento a otro. Vandoorne tiene que vigilar mucho sus espaldas, ya que de quedarse fuera del equipo no habría, previsiblemente, lugar en la Fórmula 1 para él.

Puede que esté muy feo decirlo o ni siquiera pensarlo, pero McLaren ha sido la perdición de Vandoorne y está hundiendo el futuro y la reputación de un talentoso piloto. El belga llegó a un gran equipo en un mal momento y eso le está pasando factura. En mi opinión no hay que dudar de su talento, pero en la Fórmula 1 todo va muy rápido y el que hoy es un gran piloto y todo el mundo cuenta con él, mañana está fuera del Gran Circo.