Bottas salía en segundo lugar, posiblemente nadie esperaba que le ganara la posición a su compañero de equipo, pero tampoco podríamos esperar lo que ocurrió a final de carrera. Aguantó como un jabato en segunda posición durante la mayor parte de la carrera y esa parecía que iba a ser su posición natural. Ayudando a su compañero de equipo a alejarse cada vez más de sus contrincantes y asegurarse así la primera posición.

Poco a poco el rendimiento de Bottas iba bajando, sus ruedas estaban cayendo a un ritmo alarmante. Hasta que en la vuelta 65 Vettel le adelantó, provocando un incidente en el que Bottas dañó su alerón delantero al intentar devolverle el adelantamiento al alemán, cosa que era imposible. En ese momento también fue adelantado por Räikkonen y tres vueltas después Ricciardo intentó adelantarle provocando otro incidente y dañando el coche del australiano, finalmente, en la última vuelta logró el adelantamiento.

El incidente de Vettel no tuvo consecuencias, pero el de Ricciardo se saldó con 10 segundos de penalización para el finlandés y 2 puntos de la superlicencia. Pero en mi opinión estos incidentes dañaron algo más en Bottas. Una pena, estaba haciendo una gran carrera, estaba siendo consistente y luchando con todo, algo que en Bottas no ocurre siempre. ¿Qué pasó con Bottas? En este caso no se le puede culpar de no haber estado a un alto nivel. ¿Fallo de estrategia? Esas ruedas no iban a aguantar con la estrategia que llevaba. ¿El equipo fue demasiado optimista? Según James Allison aquí estuvo el problema. En declaraciones a la prensa admitió que desde el equipo se le pidió demasiado a sus neumáticos y que no se podía conseguir una duración tan larga.

Recordemos que Bottas salió a pista con neumáticos ultrablandos, en la vuelta 15 –de 70- cambió a blandos y ya llegó al final de la carrera con ellos. 55 vueltas para los neumáticos blandos fueron demasiadas y no aguantaron el ritmo. Allison también explicó que no pensaban que los acontecimientos se dieran así y esperaban que en el peor de los escenarios Bottas hubiera quedado cuarto.

Suelo ser bastante crítica con Bottas, en términos generales pienso que en ocasiones le falta ese plus para sacarle el máximo partido al monoplaza que tiene entre manos. En esta ocasión, pienso que con esa estrategia poco más podía hacer. Las ruedas es lo único que une el monoplaza al asfalto y si estas desfallecen ya puedes ser el rey del pilotaje que eso no se puede salvar. ¿Tal vez Mercedes “vendió” a Bottas para que Hamilton lograra una victoria asegurada? En mi opinión sí. Por más que lo pienso y por más hipótesis que hago 55 vueltas son muchas vueltas para un neumático blando si quieres que el piloto pueda luchar. También es cierto que si le hubieran parado antes de que ocurriera eso el finlandés hubiera quedado en tierra de nadie y posiblemente tampoco hubiera llegado a cabeza de carrera y seguramente Vettel hubiera podido alcanzar a Hamilton.

La actuación de Mercedes en ese caso estuvo clara y poco más hay que decir. Piloto 1 y Piloto 2. Sacrificar al número 2 por el bien del equipo. Y así fue. Una pena para Bottas que tuvo una gran actuación, para mí de las mejores desde que pilota para el equipo de la estrella, demostró una fuerza y una lucha que pocas veces le había visto. Tal vez si mantiene la garra que apareció en Hungría podamos ver a un Bottas totalmente diferente, a la altura de Mercedes. Siempre que la escudería le permitiera dejar de ser el escudero y brillar.