Le volvió a salir cruz a Sebatian Vettel en el GP de Hungría. Consiguió salvar los muebles casi al final logrando la segunda posición, pero ya son 24 los puntos en los que le aventaja Lewis Hamilton, y la tarea de conseguir por fin el título con Ferrari se antoja muy complicada. Se le van a hacer muy largas estas tres semanas de descanso al alemán, que le dará mil vueltas a la cabeza preguntándose: ¿Qué ha ido mal?

El Mercedes de Lewis Hamilton se paraba al final de la Q1 del GP de Alemania, hace 9 días, y no iba a poder continuar disputando la sesión de clasificación; Sebastian Vettel no iba a dejar pasar la oportunidad e iba a llevarse la pole position. Hace 8 días, en la parrilla de Hockenheimring, el británico tenía a 13 monoplazas separándole de su rival por el campeonato. Desde aquel momento, en el que el de Ferrari aventajaba en 8 puntos al inglés, en Maranello cae un jarro de agua fría tras otro.

La lluvia hizo acto de presencia en Alemania y Vettel no supo manejar la situación, el escenario le sobrepasó. El alemán se fue contra el muro en un error impropio de un tetracampeón del mundo, forzando la frenada en unas condiciones adversas en las que no tenía nada que ganar; el motivo: Lewis Hamilton. El inglés, como es habitual siempre que sale desde la parte de atrás de la parrilla, ya se encontraba merodeando la estela de Vettel, se creció ante la situación de carrera, presionó a su rival, y este acabó fallando. Victoria para el británico y recuperaba el liderato del mundial con 17 puntos de ventaja.

Era el primer 0 de la temporada para el de Ferrari, e igualaba los abandonos de Lewis Hamilton, pero la situación en el campeonato era ya cuanto menos adversa. Las expectativas en Maranello para Hungría eran de recortar puntos en el campeonato, e incluso colar a Räikkönen entre Vettel y Hamilton para rascar algún punto más. Todos esperábamos una pole de Ferrari, primera fila para ambos salvo milagro del inglés… o de la meteorología. Sí, de nuevo la lluvia hizo un enorme favor a Mercedes y apareció desde el minuto 0 de la Q1, y no se marchó. Pole para Hamilton y desdicha para Ferrari, además de quedarse fuera de la primera línea, Kimi decidió vencer a su compañero en clasificación el día menos oportuno y le privó de la oportunidad de atacar a Bottas o Hamilton desde la primera curva.

Las desgracias se acumulan en Maranello, y el destino aún les tenía un postre reservado para antes del parón veraniego. Partiendo con gomas blandas, por las ultra de sus rivales, Ferrari intentó que Vettel ganara la posición a Bottas en los boxes… pero ni por esas. Un fallo a la hora de cambiar la rueda delantera izquierda devolvió al alemán a pista por detrás del finlandés, a menos de un segundo, lo que ya le dejó sin ninguna opción de victoria, si es que aun tenía alguna. En la vuelta 65 el tetracampeón alemán pudo sobrepasar al Mercedes en una buena maniobra en las curvas 1 y 2, aunque algo arriesgada; de hecho la acción casi acaba con el Ferrari en el garaje debido a un Bottas algo agresivo a la hora de defender la posición.

Alemania y Hungría pueden compararse a Singapur y Malasia 2017. El alemán buscaba recuperar el liderato del mundial, pero un error propio y una avería del monoplaza le privaron de la oportunidad en dichas carreras y dejaron el campeonato sentenciado. Por aquel entonces quedaban solo 5 citas para darle la vuelta a la situación, ahora le queda toda la segunda mitad del campeonato, 9 carreras para devolver la corona del automovilismo mundial a Ferrari, y para recuperar el trono que perdió en 2014.

8 días después de tener a Lewis Hamilton trece posiciones por detrás y con 8 puntos de ventaja en el campeonato, Vettel se encuentra a 24 de su rival. El piloto británico solo ha acabado una vez fuera de los puntos en dos años, y fue en Austria de este mismo año, por lo que otro fallo de fiabilidad del Mercedes parece difícil que llegue. La regularidad de la que siempre ha hecho gala Hamilton le pone el mundial en la punta de los dedos, y solo una racha inédita de victorias de Vettel con Ferrari haría cambiar el dueño del título. Por delante, 3 semanas para reflexionar, trabajar, y volver con la mente limpia tras 8 días de absoluta desgracia para los de Maranello.