A estas alturas del 2018 se puede decir que McLaren, en su etapa post Mercedes, ha probado de todo con tal de regresar a los puestos de protagonismo que supo ostentar por última vez en aquel lejano 2008, cuando logró el título de pilotos con Lewis Hamilton. Han aportados por dos motores (Honda y Renault), han buscado experiencia y juventud con Alonso, Button y Vandoorne y han buscado el camino al éxito en ingenieros importantes de la Fórmula 1.

Sin embargo, todos estos cambios, que parecían prometedores en cada inicio de temporada, llegaban a noviembre con McLaren ocupando los últimos lugares de la parrilla, problemas de fiabilidad y convirtiendo en una labor heroica la obtención de algún punto. La principal excusa del equipo del monoplaza naranja fue la falta de potencia y poca confiabilidad de los motores Honda. Los ingleses hasta se animaron a afirmar que el chasis que presentaron era uno de los mejores de la parrilla y que el gran problema pasaba por el motor. Sin embargo, tras el cambio a Renault, McLaren sigue sin poder acercarse a los primeros puestos de la parrilla y, por el contrario, el 2018 muestra a un equipo que parece estar en involución.

Pese a que los motores Renault han demostrado que pueden ganar (como pasa con Red Bull) y ser constantes en la zona de puntos (como le ocurre al equipo oficial de Renault), McLaren llega a la mitad de temporada con un monoplaza que se aleja cada vez más de la posibilidad de pasar a la Q3 los sábados y depende en exceso de Alonso para sumar puntos. Ante la necesidad de cambios urgentes en un equipo que parece no tener un plan para salir de la crisis, McLaren ha fichado a James Key, ingeniero británico de 46 años, para ocupar el cargo que antes ostentaba Tim Goss.

“El equipo invertirá para mantener y atraer al mejor talento, tanto de manera interna como externa, para devolver a McLaren Racing a la parte delantera de la parrilla”, comentaba Zak Brown sobre los nuevos cambios que están ocurriendo en McLaren que, además de la llegada de Key, también incluye la incorporación de Gil De Ferran y el paso de Andrea Stella a la dirección de rendimiento y operaciones en pista.

Pero la nueva incorporación de McLaren podría tardar un tiempo en entrar en funciones. Esto se debe a que en Toro Rosso, equipo en el que se encontraba James Key, no le permitirá tener una salida sencilla e intentará que se respete el contrato que el ingeniero tiene con ellos. "James Key tiene un contrato a largo plazo con el equipo. El contenido del contrato es confidencial, así que no vamos a comentar ninguno de los detalles", fueron las palabras de Franz Tost, responsable de la escudería italiana, que se publicaron en las redes de Toro Rosso. No obstante, aún si se llega a resolver el vínculo de Key con el equipo hermano de Red Bull, el nuevo fichaje de McLaren tendría que cumplir con el tiempo fuera que las nuevas incorporaciones tienen que cumplir cuando han estado trabajando en otro equipo recientemente.