Da lástima ver a un equipo histórico como Williams en esta situación de no retorno, y aún no se ha llegado a tocar el fondo. Esta temporada 2018 está siendo un autentico infierno para el equipo británico, con un coche inconducible que ni el motor Mercedes consigue sacar de los últimos  puestos y con unos pilotos que, a pesar de ser jóvenes y sin una gran experiencia en la categoría reina, están demostrando no estar a la altura y si se mantienen en el equipo es por la gran cantidad de dinero que le otorgan.

Aunque esta situación no es cuestión de este preciso momento. Williams lleva 6 años sin lograr una victoria, desde el Gran Premio de España de 2012, con la victoria de Pastor Maldonado, y en 2004 ganó en el Gran Premio de Brasil por medio de Juan Pablo Montoya. 2 victorias en 14 años es un dato muy triste para Williams, que ha estado luchando por puntos y algún podio desde el año 2005 hasta 2017, salvo en las temporadas 2014 y 2015, donde lograron sacar la cabeza con muy buenos resultados.

2014 fue un año muy bueno para ellos gracias al cambio reglamentario de los motores V6 Turbo y llevar el motor Mercedes, pero cada año han ido descendiendo en la tabla cuando los motores se han apretado en rendimiento y el chasis ha tenido una importancia mayor, un aspecto que Williams no ha trabajado ya que se ha visto que no había evolución ni ideas, acomodándose en su unidad de potencia.

Tendremos que esperar a una revolución en el equipo, cambiando a su personal, fábrica y pilotos, y un cambio de mentalidad para ver una mejora paulatina, aprendiendo de equipos como Force India, que teniendo menos presupuesto logra mejores resultados que ellos, o no les quedará otra opción que convertirse en un equipo B de Mercedes para superar esta situación. Por el bien del equipo y de la Fórmula 1, esperemos que reconduzcan esta crisis y salgan de ella.