La Fórmula 1 ha tenido que llegar a la novena cita del mundial para que la escudería Haas saque a relucir el potencial que posee. Ya sea debido a los infortunios de la mala suerte o a no saber aprovechar el rendimiento de sus monoplazas, la escudería norteamericana no ha logrado los resultados que se esperaban hasta el Gran Premio de Austria.

Parece que el circuito del Red Bull Ring le ha traído suerte a la escudería. Puesto que desde que Haas llegó a la Fórmula 1 en 2016, todos los fines de semana en Spielberg ha acabado con buen sabor de boca. Aunque sin duda alguna el resultado de este fin de semana ha sido el que más, ya que Haas junto a sus dos pilotos han conseguido el mejor resultado de toda su historia.

Desde el sábado demostraron que su rendimiento era superior al que habían tenido en las carreras anteriores, de hecho Romain Grosjean consiguió colocar su monoplaza entre los dos Red Bull en la sesión de clasificación. Por lo que tras la penalización de Sebastian Vettel, el piloto francés pasó a ocupar la quinta posición en la parrilla de salida. Mientras que su compañero Kevin Magnussen comenzó la carrera desde la octava posición.

Los dos monoplazas de Haas aprovecharon al máximo la situación, y gracias a los abandonos de Lewis Hamilton, Valtteri Bottas y Daniel Ricciardo, pudieron resarcirse de los pésimos resultados que obtuvieron en el Gran Premio de Canadá, Mónaco o China.

Romain Grosjean que no había conseguido ni un solo punto para el campeonato mundial de pilotos en toda la temporada, llevó a su monoplaza a convertirse en el mejor del resto. El francés consiguió acabar en la cuarta posición rozando el podio, sumando así los primeros puntos de la temporada.

En palabras de Romain Grosjean: "Es un gran día para todos nosotros, para todo el equipo. Se merece un resultado tan bueno con los coches acabando cuarto y quinto. Es increíble en nuestro Gran Premio número 50. Estoy tan feliz por todos los chicos. Han hecho un trabajo increíble todo el fin de semana. Tuvimos un poco de suerte durante la carrera con los dos Mercedes, pero ha sido un gran fin de semana y hemos sabido aprovecharlo. Las últimas 20 vueltas no fueron muy divertidas, teníamos ampollas en los neumáticos traseros y temíamos que explotaran en cualquier momento. Estuvimos aguantando y terminamos cuarto y quinto", concluyo el piloto francés.

Mientras que su compañero Kevin Magnussen tuvo que lidiar con una estrategia un poquito más complicada, por lo que se vio obligado a tener que adelantar a varios monoplazas en pista. A pesar de ello consiguió acabar en la quinta posición, justo por detrás de su compañero.

Lo que está claro es que la escudería norteamericana ha dado un golpe en la mesa y en tan solo un fin de semana han conseguido colocarse en el quinto puesto del mundial de constructores, justo por detrás de Renault. Por lo que el resto de equipos de la zona media deberá ponerse las pilas si no quieren verse superados por los Haas, como ya le ha ocurrido este fin de semana a McLaren. Que ahora ocupa el sexto puesto en el mundial de constructores.