La nueva hornada de jóvenes talentos pide paso. Max Verstappen ha sido el primero en recibir la oportunidad de subirse a un monoplaza ‘top’, y todo hace indicar que Carlos Sainz no tardará en seguir sus pasos si Daniel Ricciardo acaba abandonando la casa de las bebidas energéticas. Red Bull es el ejemplo perfecto de escudería que apuesta por jóvenes pilotos. Esta afirmación no es solo evidente por su programa de jóvenes talentos o la marca Toro Rosso. Chistian Horner no dudó en suplir a toda una institución en la Fórmula 1 como Mark Webber con un jovencísimo Daniel Ricciardo, o en cambiar a un tetracampeón del mundo por una promesa rusa a cara o cruz, como pasó con Daniil Kvyat.  

Pero no es el momento de hablar de Red Bull, sino de su antónimo en este aspecto, Ferrari. Charles Leclerc tiene 20 años, apenas media temporada de experiencia en la Fórmula 1, y todo aficionado a la máxima categoría del automovilismo ve ya en él a un futuro campeón del mundo. Para que eso suceda, Ferrari tiene que dar luz verde a su incorporación, dejando marchar de una vez por todas a Kimi Räikkönen, y colocando a un competidor serio en el garaje de Sebastian Vettel. Los de Maranello nunca han visto con buenos ojos que un piloto con tan poca experiencia galope a lomos del Cavalino Rampante, y muestra de ello es que jamás han dado la oportunidad a ningún piloto tan joven como el monegasco.

En la historia más reciente de la marca italiana, Felipe Massa ha sido el piloto más joven en vestirse de rojo, cuando tenía 25 años. A Sebastian Vettel, a una edad cercana, lo cazaron ya con 4 títulos del mundo bajo el brazo, lejos de ser una promesa de la competición. Jules Bianchi pudo haber sido el caso más cercano a Leclerc, con el ascenso a Ferrari a la vista y un futuro más que prometedor, pero su fatídico fallecimiento nos privó de ver su mejor versión.

Durante décadas, los pilotos que han ocupado el asiento de la escudería italiana se han acercado a la treintena de edad, y lo han hecho con una larga experiencia en la Fórmula 1 bajo el brazo. A pesar de todo esto, Charles Leclerc es realmente considerado como una de las principales opciones para ser el compañero de Vettel la próxima temporada. Su desarrollo durante esta temporada 2018 está siendo excepcional, llevando a Alfa Romeo-Sauber a cotas que jamás habrían imaginado a comienzo de temporada, colocando al coche entre los Renault, McLaren o Force India, y demostrando un manejo al volante magnífico.

No es el único aspirante al trono. Daniel Ricciardo es otro de los nombres que suena con fuerza para reforzar a la escudería italiana y devolverla a la lucha por el título de constructores. El australiano es la opción más segura, manteniendo a Leclerc en Sauber y permitiéndoles luchar por los dos campeonatos desde el comienzo. El ascenso del piloto monegasco llevaría un proceso de adaptación mayor que el de Ricciardo, que ya sabe lo que es ganar y manejarse en un equipo de la parte alta de la clasificación. Por otra parte, Charles Leclerc es marca Ferrari y puede ser el rostro de la escudería para la próxima década, por lo que cuanto antes lo empiecen a explotar, mejor.

En 2021 se viene el cambio de normativa de motores, con el futuro de Ferrari en el aire, aunque cuesta imaginar una Fórmula 1 sin los de Maranello. Puede ser entonces el momento de darle a Leclerc el volante, pero se nos hace un nudo en garganta al imaginar a ese talento vagando por la media tabla durante dos largos años más. La escudería italiana deberá romper con su historia si decide darle la oportunidad al monegásco desde 2019, pero visto lo visto con este piloto, el riesgo seguro que vale la pena.