Ocho temporadas como piloto oficial ha tenido que esperar Romain Grosjean para disputar un gran premio en su país. La juventud del trazado en el calendario ha creado varios percances en la organización, focalizados mayormente en las dificultades que se han encontrado los aficionados franceses para llegar al circuito. “Es una pena. Muchos fans se están volcando con el fin de semana y el tráfico es terrible. En cambio, el aspecto de las gradas ha sido espectacular”, comentó Grosjean. El piloto de Haas también tuvo tiempo para explicar una curioso anécdota: “Al llegar al circuito la policía me paró. Tenía mi camiseta, mi identificación y todo en orden y obviamente me dejaron pasar, pero resulta curioso que me ocurra esto en el gran premio de mi país”.

En el ámbito deportivo el piloto de Haas ha concluido las dos sesiones de entrenamientos libres de hoy en la sexta posición. Ante los micrófonos el galo se mostró confiado de cara a la jornada de mañana y a la carrera del domingo: “La mejora que trajimos a Canadá se amoldó muy bien a mi estilo de conducción. Me siento mucho más cómodo con el monoplaza. Nos hace falta consistencia, porque creo que, excepto en Mónaco y quizá en Bakú donde Force India iba muy fuerte, hemos tenido el cuarto mejor monoplaza de la parrilla”, declaró.

Por último, Romain fue preguntado acerca del “lío” de curvas diferentes que existen el circuito, en especial en la chicane situada en la recta posterior. “Es una frenada complicada. Si no estuviera el cartel indicando la distancia perderíamos muy fácilmente la referencia de frenada. Cuando alcanzas el cartel de 150 te preparas porque sabes que llega el momento de girar”, finalizó Grosjean.