El Gran Premio de Bakú pudo haber sido un punto de inflexión en la carrera de Valtteri Bottas en la Fórmula 1, colocándole en la cima de la clasificación general y abriéndole las puertas de la lucha por el campeonato de par en par. Con la victoria de Azerbaiyán, el finlandés sumaría 111 puntos antes de disputar el GP de Francia, tan solo 10 menos de los que ahora tiene el líder del mundial, Sebastian Vettel. Desafortunadamente para Valtteri, un pinchazo le privó de ese triunfo y se lo sirvió en bandeja a su compañero de garaje. Este 2018 acumula 4 segundos puestos, pero no acaba de dar el salto que le instaure entre los mejores pilotos de la parrilla.

Lo tiene al alcance de la mano, prácticamente lo está tocando con la yema de los dedos, pero Valtteri Bottas no acaba de consagrarse como un candidato real al título. La pasada temporada jugó el papel de escudero de Lewis, restando puntos a Vettel cuando hacía falta y estando bien colocado para aprovechar cualquier oportunidad. Este curso, el nivel de Bottas ha aumentado. El finlandés es tercero en el campeonato, pero las sensaciones son mejores que los números, podría haber conseguido algo más en estas siete carreras.

Su primer triunfo en 2017 tardó en llegar 4 carreras, fue en Sochi. Eso sí, una segunda mitad de temporada cuestionable le hizo estar 10 Grandes Premios sin probar las mieles del triunfo, hasta conseguirlo en Abu Dhabi. Esta temporada está cerca de llegar al ecuador y la victoria se le resiste, a pesar de que está viendo desde primera línea los triunfos del resto. También ha tenido actuaciones mediocres, como en Australia, donde tuvo que partir desde el fondo de la parrilla, o Mónaco, pero el finlandés parece estar más inspirado que otros años aunque se está quedando siempre con la miel en los labios.

Al piloto finlandés le falta algo, pero ese algo puede llegar en cualquier momento. A pesar de no tener contrato con Mercedes para más allá de 2018, Bottas no se ha mostrado preocupado por este hecho, y en la escudería alemana tampoco parece quererlo fuera del equipo, saben que es un seguro de vida para acabar consiguiendo el mundial de constructores. Además, y según palabras del propio piloto en una entrevista para ‘Marca’, asegura que desde el equipo jamás le han hecho sentirse como segundo piloto y siempre le han otorgado las mismas herramientas que a su compañero. La confianza entre Bottas y equipo parece ser mutua, y solo es cuestión de tiempo que los frutos de esta relación acaben llegando.

El nuevo GP de Francia es toda una incógnita y el Mercedes no llega en el mejor momento de la temporada, por lo que exigirle una victoria a Bottas sería muy atrevido, pero si sumamos la pasada temporada, el finlandés acumula una mala racha de solo una victoria en 18 carreras. El tiempo para que se convierta de una vez por todas en aspirante al título del mundo se acaba. Auún con este dato en la mano, el nivel de Valtteri durante este 2018 está casi al nivel de Vettel y Hamilton, solo necesita el último empujón que lo catapulte a la batalla por el campeonato del mundo.