El sustituto de Ron Dennis y predecesor de Eric Boullier en la dirección deportiva de McLaren, además de actual consultor de la Fórmula 1, cree que la escudería ha cometido grandes errores últimamente y que va por muy mal camino. La paciencia dentro de Woking parece que se está acabando, según revela el británico.

Whitmarsh es muy amigo de Mansour Ojjeh, uno de los máximos accionistas de la compañía, por lo que tiene informaciones muy internas y privadas del equipo, que asegura no son muy buenas que digamos. Además, el ex de McLaren reveló que también tiene contactos con muchos otros miembros de Woking: “Vivo cerca y me encuentro con amigos que trabajan en McLaren. Están decepcionados con lo que está sucediendo y protestan conmigo”.

La decepción de todo el mundo incluidos ellos es palpable después del cambio de motorista en 2018, los cambios que se esperaban al montar la PU de Renault  y deshacerse de Honda no han sido ni un 10% de lo que esperaban. Tantas alabanzas al chasis durante los años anteriores echando toda la culpa a Honda se le están viniendo encima ahora, la paciencia y el tiempo dentro de Woking se está acabando.

Martin Whitmarsh apuesta por cambios internos y en algunos de los altos cargos: "Me encanta el equipo y estoy triste de ver en qué se ha convertido. Se necesita un gran cambio de enfoque. Hay demasiada política entre las principales figuras. Creo que algunos de ellos tienen que irse. He explicado mi punto de vista a Mansour y corresponde a los accionistas decidir qué hacer”.

El ex director deportivo de McLaren cree que la actual cúpula se equivoca con la dirección que están tomando fuera de la Fórmula 1: "El equipo solía hacer todo para ganar en la F1. Ahora están mirando otras competiciones, yendo a correr en IndyCar y Le Mans, por ejemplo. Son grandes cosas en sí mismas, pero McLaren va en esa dirección, en lugar de hacer que las carreras de Grand Prix sean su única prioridad, esto me hace estremecer”.

Una de las últimas cabezas que rodó en Woking fue la de Tim Goss, ex director técnico de McLaren, señalado como culpable de los problemas del equipo con el chasis en 2018, algo que terminó de enfadar a Whitmarsh: “La salida de Tim Goss me lanzó al límite. Tim tiene un intelecto fantástico, y es un miembro de equipo que trabaja duro, no es político y tiene un valor agregado. Él fue el chivo expiatorio. Puede que no tenga todas las respuestas, pero trabajaría en una solución”.

Por último, el ex director deportivo quiso dejar una puerta medio abierta a un posible retorno a McLaren, equipo al que lleva en el corazón y por el cual está sufriendo de más estos últimos años: "Si se presentara una delegación en mi puerta, no los rechazaría. Ellos saben dónde estoy”.