Ya vimos desde los test de pretemporada que esta temporada sería difícil para los británicos de McLaren. Durante los test en Barcelona los de Red Bull pudieron rodar más que la naranja mecánica de Stoffel Vandoorne y Fernando Alonso. Problemas de refrigeración en el diseño del chasis, problemas con la caja de cambios, el turbo, el depósito de aceite, una tuerca con defecto de fábrica... Todo un caos para los de Woking. Entonces se empezó a intuir la gran distancia entre las dos marcas motorizadas por Renault. Sin embargo, McLaren mostró la capacidad que tenían a una sola vuelta y superó el mejor tiempo de Red Bull por 3 décimas de segundo en una simulación de clasificación. El problema es que los Red Bull nunca hicieron simulación de clasificación, tan solo de carrera, lo que situaba a los de Milton Keynes virtualmente por delante de los McLaren.

Fue en la clasificación de Australia donde se confirmó la anterior afirmación: El mejor tiempo marcado por un Red Bull, el de Max Verstappen, fue 1.8 segundos más rápido que el tiempo de Alonso, que fue el primero de los McLaren, Es decir, en la primera carrera la diferencia entre las dos marcas era enorme. En Bahréin, no obstante, la distancia se mantendría en 1,8 segundos comparando los tiempos esta vez del australiano y del asturiano por parte de Red Bull y McLaren respectivamente, en un circuito bastante más largo que el de Melburne, por lo que, sí es cierto que los de McLaren minimizaron la distancia con los austriacos. En China se reducirían mínimamente, a 1,5 segundos; En Bakú subirían a 2,1 segundos, eso sí, en el segundo circuito más largo del mundial; y en Barcelona, con el nuevo paquete aerodinámico que traía McLaren la distancia entre Red Bull y los británicos sería de tan solo 9 décimas, reduciendo notablemente la diferencia que existía en Bakú.

En Mónaco, y porque es un circuito especial, la distancia entre ambas marcas fue de 1,3 segundos evidenciando el chasis de McLaren frente al de Red Bull. No es un dato excesivamente negativo teniendo en cuenta que los austriacos montan motores Renault desde hace una década mientras que los de Woking llegan de un motor diferente, pero sigue siendo un dato pobre. Y es que, como dijo Jo Ramirez: “Hay muchos motores Renault, pero solo un Adrian Newey” queriendo decir que el ingeniero de Red Bull es mucho mejor que los de McLaren.

El equipo británico tiene que ponerse las pilas, sin duda, en cuanto a su chasis. Este año habrá que perdonárselo ya que vienen de un motor diferente y han tenido que acoplarlo a un chasis diferente, algo bastante complicado en la Fórmula 1 moderna, y es normal que se encuentren por detrás de los austriacos. Sin embargo, McLaren siempre ha sido un equipo que ha desarrollado muy bien el coche a lo largo de la temporada (igual que los Red Bull, por cierto). Es probable que a final de año estén consolidados como la cuarta fuerza del campeonato y el año que viene puedan dar ese pequeño salto de calidad para luchar contra los más grandes y por objetivos más ambiciosos. Este año estarán por detrás sin ninguna duda, pero la diferencia entre ambas escuderías, a día de hoy, ronda el segundo, mucho menos que hace tan solo dos meses. Confiemos en los franceses para que pronto puedan incorporar ese motor eléctrico que están desarrollando en el banco de pruebas y en los británicos para construir un chasis competitivo de cara a la siguiente temporada.