Ayer lunes se confirmaron los rumores que estuvieron circulando durante todo el fin de semana orbitando sobre las estructuras de McLaren. El empresario canadiense Michael Latifi, mediante una empresa suya con sede en las Islas Vírgenes (Nidala – BVI – Limited) ha adquirido acciones de McLaren Group por una cuantía desconocida, aunque algunas fuentes aseguran que el montaje ha sido de unas 200 millones de libras, al cambio unos 228 millones de euros.  

Cabe destacar que dicha inyección económica, bastante importante cabe destacar, es sobre el grupo McLaren, compuesto por tres divisiones específicas: McLaren Auto que se encarga del apartado de los coches de calle; McLaren Racing, encargada de las competiciones y que maneja, entre otras, la escudería McLaren de Fórmula 1; y McLaren Applied Technologies, la división de ingeniería de la marca. Luego no toda la influencia del nuevo accionista de los británicos recaerá sobre el equipo  de F1. Sin embargo, puede haber una consecuencia a corto-medio plazo (según los bailes de pilotos que se produzcan) dentro de la escudería de Woking. Las casualidades no existen.

Y es que el hijo del empresario, el piloto canadiense Nicholas Latifi, el cual milita en la F2 y actualmente es piloto de pruebas de la escudería Force India, puede aprovecharse de esta circunstancia para luchar por un volante y llevar el McLaren en una temporada no muy lejana. Un piloto de pago que llega a una escudería histórica como ya ocurrió con Williams y los casos más sonados del venezolano Pastor Maldonado, y ahora en la actualidad los del también canadiense Lance Stroll y el ruso Sergey Sirotkin. No es una práctica muy bien vista por parte del aficionado ya que por una mera cuestión económica se le niega dicha oportunidad a talentos u otros pilotos que resultados en mano la merecen más, pero los equipos entienden de sobra que la moneda lo mueve todo, y más un equipo de la máxima categoría del automovilismo.

La situación de Williams presupone ser bastante peor que la actual que vive McLaren, y por ello quizá se vio más obligado a tirar por pilotos de pago que llenen algo las arcas, pero también la escudería de Woking ha perdido bastante apoyo en el apartado competitivo tras el fin del acuerdo con Honda, y dicha inyección puede ser un gran impulso de futuro para todos los apartados del grupo McLaren, que no consta sólo de la competición como se mencionó anteriormente.

¿Y qué podemos decir de Nicholas Latifi? Participa en la categoría de F2 a los mandos de un monoplaza de la escudería DAMS, marchando actualmente 9º en la clasificación general de pilotos tras seis pruebas disputadas, puntuando en tres de ellas y con un podio conseguido en Bakú. Este suceso puede provocar un movimiento mayor en la ya famosa “silly season” para la temporada 2019, junto al otro piloto en la quiniela, Lando Norris. Para hacerse una idea, el británico Norris lidera el campeonato de F2 aventajando en 59 puntos a Latifi. Son dos de los nombres que podrían luchar junto a Stoffel Vandoorne para llevar el segundo volante de McLaren, si no en la campaña de 2019, en la siguiente. Sólo se puede esperar a las consecuencias de estas novedades en el accionariado de McLaren Group en la escudería para ver o no la llegada de un nuevo piloto de pago a la máxima categoría, y ni más ni menos que de la mano de McLaren.