El halo se fortalece
El nuevo dispositivo de seguridad, que tantas críticas y discusiones ha generado, parece haber sido protagonista por primera vez de un accidente.
Pocas veces en la Fórmula 1 se generó tanto revuelo. La confirmación por parte de la FIA en 2017 de que el halo se implementaría en los monoplazas de 2018 no dejó a nadie indiferente. Discusiones entre pilotos, discusiones entre ingenieros, discusiones entre periodistas, y por supuesto, discusiones entre aficionados. El impacto visual del halo sobre la competición es muy grande, de eso no hay duda. En cambio, el dilema se encontraba en mayor medida en si merecía la pena sacrificar de esa forma el aspecto estético de la competición por asegurar la integridad física de los pilotos. Bueno, pues bajo mi punto de vista sí.
Había mucha incertidumbre respecto al nuevo “armatoste” que protegería la cabeza de los pilotos. “No va a servir de nada”. “No habría evitado el accidente de Massa en Hungría”. “Si vuelcas el monoplaza, ¿cómo sales?”. “El aeroscreen era la mejor opción”. O “se están cargando la competición”, son muchas de las frases que han perseguido la implantación del nuevo dispositivo.
Pero lo cierto es que el halo funciona. Lo pudimos ver este fin de semana en la F2. Tras un toque entre los japoneses Makino y Fukuzumi, la parte trasera del monoplaza de este último se elevó y acabó subido en el lateral de su rival. El auto de Fukuzumi impactó sobre el halo de Makino, pudiendo haber creado una verdadera desgracia si no llega a estar presente el criticado nuevo dispositivo de seguridad. Tras la carrera, Tadasuke Makino posteó en su cuenta de Twitter acerca del accidente: “No vi mucho cuando el accidente sucedió, pero ahora estoy muy agradecido de haber tenido mi halo”.
Además, tras cinco carreras disputadas la presencia del halo sigue siendo objeto de debate, pero tanto el paddock como los aficionados comienzan a acostumbrarse a él y a considerarlo algo normal. Además, desde la Fórmula 1 se están haciendo las cosas de forma adecuada. Por un lado, eliminaron en la primera carrera de la temporada la cámara onboard lateral, la cual era una auténtica aberración. Por otro lado, han permitido a los equipos introducir textos o grafismo, ya sean patrocinadores, el número del piloto, su cuenta de Twitter, etcétera.
En cambio, la entrada del halo en la Fórmula 1 ha dejado un gran sacrificado: las cámaras onboard. Pero bueno, creo que a todos los amantes del motor les compensa un par de accidentes graves evitados al año por ver las cámaras onboard con un par de hierros. No es el fin del mundo.