La FIA tiene muchas preguntas sobre ciertos sistemas de Ferrari, sumado a la ya limitación en el apéndice aerodinámico de los espejos, podemos asegurar que este año la escudería italiana vuelve a estar en el límite del reglamento, y esta es la forma de sacar ventaja de tus rivales, con innovación y nuevas ideas se consiguen resultados.

Como ya sabemos uno de los elementos que se ha estrenado en el Gran Premio de España, ha sido un soporte superior en los espejos con base en el halo, una solución que la FIA ha dado como inválida tras este fin de semana y no la podremos ver en el GP de Mónaco.

Además, se ha presentado recientemente una denuncia conjunta hacia Ferrari por los demás equipo de la categoría, ya que han entendido que han encontrado algún vacío legal para obtener más de 4 mega julios de los que el sistema de recuperación de energía puede proporcionar, dando así mayor potencia por vuelta. Más concretamente, se le ha acusado de sobrepasar los límites de medición de los sensores, y aunque esto son suposiciones y teorías gracias a los cálculos de ingenieros ajenos a la escudería de Maranello, se le ha dado gran importancia por parte de la Federación.

Ante esto, la FIA ha asegurado que el monoplaza de Ferrari tendrá una exhaustiva revisión por los técnicos en Mónaco, aunque parece que no es sencillo entender el complejo sistema que los italianos han diseñado y se tienen muchas preguntas sobre él y sobre su funcionamiento.

Dejando de lado la moralidad de aprovechar el reglamento para esto, es la forma de superar en rendimiento a un equipo como Mercedes, que lleva siendo demasiado fuerte durante muchos años; si queremos competitividad por la zona alta, los equipos que van detrás tienen que estar al límite en cuanto a lo que la FIA prohíba.

Y es que está claro que el SF71H es un monoplaza con grandes mejoras comparándolo con el de 2017; jugando además con una quema de aceite innovadora respecto a los demás equipos, de la cual ya tanto se ha hablado; aunque parece que la FIA la ha aceptado, sigue siendo única en el paddock, y sin olvidar los escapes soplados que se denunciaron en el GP de China, una reclamación por parte de ciertos equipos, que también afectó a Ferrari: “El motor de Ferrari producía un sonido diferente en las curvas, lo que despertó la atención del resto de equipos”, según se dijo en Motorsport.

Si un equipo de ingenieros se limita a seguir lo dictado en el reglamento, copiar a otros equipos o simplemente hacer pequeñas mejoras, ese monoplaza lo tendrá complicado para avanzar puestos en parrilla, por tanto, lo que se tiene que intentar conseguir es esto, que tu proyecto cree inseguridad y sospechas en la competencia gracias a nuevos sistemas o elementos. La FIA podrá eliminarlos posteriormente, pero siempre quedará esa oportunidad abierta a la mejora y al rendimiento. Ferrari llevaba años sin conseguir esto, y que lo hagan ahora, es algo bueno para la Fórmula 1 y para los espectadores.