El hundimiento de Ferrari... ¿Realidad o espejismo?
Tras comenzar la temporada con muy buen pie, Ferrari pinchó en el Gran Premio de España. Los de Maranello no encontraron el ritmo, no acertaron con la estrategia y sufrieron con la fiabilidad de sus motores. Mientras que Mercedes demostraba su dominio con el primer doblete de la temporada.
El Gran Premio de España de Fórmula 1 devolvió a la realidad al equipo Ferrari. La escudería de il cavallino rampante protagonizó un buen inicio de temporada, que los había llevado a crecerse. Pero el circuito de Montmeló les hizo despertar de esa ilusoria ensoñación.
Montmeló es el circuito donde se realizan los test de pretemporada, el lugar elegido por la mayoría de equipos para probar sus mejoras, el circuito que devuelve a cada monoplaza a su posición real en la parrilla. Montmeló fue el circuito que restituyó a los Mercedes a lo más alto de la parrilla, donde sellaron el primer doblete de la temporada.
Las flechas de plata dominaron con mano férrea todo el Gran Premio de España. En todas y cada una de las sesiones de los entrenamientos libres, había un Mercedes liderando la tabla de tiempos al finalizar la sesión; sin hablar de la sesión de clasificación y la carrera que llevaron el nombre de Lewis Hamilton.
En Ferrari echan la culpa de la falta de ritmo de sus monoplazas a los nuevos neumáticos de Pirelli. Al finalizar la carrera el propio Sebastian Vettel cargaba contra los nuevos neumáticos: "Nuestros neumáticos no duraron tanto como otros, así que no podíamos seguir la misma estrategia que los rivales. Tuvimos que parar y, obviamente, perdimos dos posiciones, además de que perdimos también tiempo en el pit stop, pero tampoco teníamos muchas opciones hoy. Tuvimos problemas a la hora de encontrar la puesta a punto en el coche y tuvimos degradación en los neumáticos delanteros. Quizá los cambios introducidos han tenido un impacto negativo en el coche, peor que alguno de los otros que hemos tenido. De esta forma, estoy feliz de poder volver a neumáticos más 'normales' en Mónaco". Pero la realidad es que su Ferrari no pudo ni con un Max Verstappen con daños en su monoplaza (el piloto había perdido parte de su alerón delantero en un toque con el Williams de Lance Stroll).
De cualquier modo, el problema con los neumáticos de los hombres de Maranello fue tan solo la cúspide de la pirámide en un fin de semana para el olvido. La primera parada de Sebastian Vettel no fue para tirar cohetes, lo que llevo al alemán a perder un tiempo muy valioso tras Kevin Magnussen. Pero la cosa no acabo ahí durante el Virtual Safety Car motivado por el abandono de Esteban Ocon, Mercedes hizo un amago de meter a Valtteri Bottas a boxes. Con el objetivo de realizarle un undercut a Sebastian Vettel. Obviamente Ferrari cayó en la trampa y metió al alemán a boxes, que además por un error en el cambió de ruedas le llevó a perder casi seis segundos en la parada. Esfumándose así todas las posibilidades de podio para los hombres de Maranello.
Aunque si hubo un piloto de Ferrari que sufrió las consecuencias de la mala suerte, ese fue Kimi Räikkönen. El piloto finlandés tuvo que abandonar la carrera por un problema en su motor, el segundo motor de ese fin de semana. Tras cambiar el primero por un problema el viernes con el motor de combustión interna, el turbo y el MGU-H. El segundo motor sufrió un problema con el cableado eléctrico que lo dejo fuera de la carrera. La buena noticia es que la segunda unidad podrá volver a ser montada para el Gran Premio de Mónaco.