Hay que tener paciencia con Carlos Sainz
El rendimiento de Carlos Sainz está siendo cuestionado en este comienzo de mundial por la superioridad de su compañero Nico Hülkenberg tanto en clasificación como en carrera, y algunos comienzan a dudar de su verdadero talento al volante de un Fórmula 1.
Carlos Sainz tiene que mantener la cabeza fría. Después de tres años dentro de la escudería Toro Rosso, se le apareció una gran oportunidad de pegar su primer salto en su carrera deportiva de la mano de Renault, al que fue cedido por parte de Red Bull para las 4 últimas carreras de 2017 (Estados Unidos, México, Brasil y Abu Dhabi) y para esta temporada 2018. Su forma de ser y su fuerza mental tienen que ser claves para su mejor adaptación a la escudería Renault. No se debe de pedir un rendimiento inmediato a sí mismo, ya que sería contraproducente y le metería una presión que le puede pasar factura a largo plazo.
Cierto es que Nico Hülkenberg está en un momento de forma muy bueno, y, desde la temporada 2013 con Sauber, mejoró mucho como piloto y llegó a estar en el punto de mira de equipos grandes como Ferrari y Mclaren, aunque por falta de asientos tuvo que volver a Force India en el año 2014 hasta su fichaje por Renault en la temporada 2017, logrando muy buenos resultados. Esta temporada ha tenido un solo error (El fallo de pilotaje en el Gran Premio de Azerbaiyan que le costó el abandono) y en las otras 3 clasificaciones y carreras el piloto alemán ha sido superior que el piloto madrileño.
Todo el Paddock sabe el talento que tiene Carlos Sainz, que necesita rodaje con su nuevo coche y encontrar esas “dos décimas” que el piloto español ha repetido tantas veces tras las clasificaciones y las carreras. El Gran Premio de Azerbaiyán puede marcar un punto de inflexión en su temporada tras lograr el mejor resultado de Renault tras su regreso en el año 2016, logrando el quinto puesto adelantando a los Red Bull en la primera parte de carrera, y a pesar de un stint un poco flojo con el neumático Blando, aprovechó el error de Pilotaje de Romain Grosjean durante el periodo de Safety-Car y el posterior pinchazo de Valtteri Bottas a tres vueltas para el final de la carrera para escalar posiciones y lograr diez puntos muy valiosos para él y para su equipo.
Ahora viene su gran premio de casa, el Gran Premio de España, una cita que se le da muy bien, ya que en las tres ediciones que ha participado ha logrado puntuar y hacer actuaciones memorables como en la temporada 2016, en la que acabó sexto con un Toro Rosso que iba a ir a menos con el paso de las carreras. Carlos Sainz tiene mucho crédito todavía, ya que ha demostrado que tiene mucho talento y que, con un coche competitivo, puede hacer grandes cosas. Hambre y determinación no le falta, solo queda tener paciencia, pasar esta etapa de transición e ir acercándose poco a poco a sus metas y a su sueño de ser algún dia campeón del mundo.