EL DRS, EL TALON DE AQUILES DE MAX
A pesar de los problemas de fiabilidad, Max Verstappen ganó gracias a la estrategia, el juego de equipo, y el ritmo de carrera del RB18. Sin embargo, el gran talón de Aquiles fue el DRS del auto del neerlandés. ¿Por qué falló?
El DRAG REDUCTION SYSTEM (DRS) es un sistema de apertura de ala trasera que se habilita mediante el accionamiento de un actuador hidráulico en la o las rectas de un circuito en un auto que persigue a otro, luego de que la distancia entre los dos coches sea de menos de un segundo cuando ambos pasan por la o las zonas de detección que están ubicadas antes estas rectas. La idea de este sistema es reducir el DRAG (arrastre) generado por el choque del alerón de atrás contra el aire y así aumentar la velocidad punta del vehículo perseguidor y por ende las posibilidades de sobrepaso.
Barcelona es un circuito muy conocido por todos los equipos, quienes aprovechan esto para introducir distintas actualizaciones en los autos. Cada uno se enfoca en mejorar aquellos puntos que van en desmedro de la performance o la fiabilidad del vehículo. Es así, que este año, y al tratarse de coches totalmente nuevos todos los equipos de F1, a excepción de Haas, han llevado diferentes partes desarrolladas para tal fin. Red Bull no fue la excepción.
Red Bull ya había sufrido algunos problemas en su RB18 en carreras pasadas relacionados con la unidad de potencia. Otro punto “flaco” del coche diseñado por Adrian Newey es el peso, quedando el diseño original muy por encima del peso mínimo de 798kg establecido por el reglamento FIA de 2022. El coche de la escudería de la bebida energética estaría pesando 10kg más que el mínimo reglamentario. Este sobrepeso estaría principalmente enfocado en el fondo plano del RB18, el cual había sido modificado para evitar el fenómeno de rebote (porpoising).
Las modificaciones llevadas a Montmeló por los Milton Keynes apuntaron a disminuir el peso del auto. Es así que se enfocaron en alivianar varios componentes.
Max Verstappen ya había lanzado el ten replicado mensaje radial de “pérdida de potencia” en la clasificación del Gran Premio de España el sábado. En realidad, se supo de después que no el RB18 no habría sufrido una pérdida de potencia, pero si un problema con el DRS. El mismo no abría. No funcionaba, por lo cual Max no puedo llegar a la velocidad deseada en recta y así perdió la pole.
El domingo, ya en carrera, y girando en la cuarta posición debido a un despiste en la curva 4, cuando transitaban la vuelta 9, Max vuelve a experimentar el mismo problema con el DRS. Esto despuntó los nervios del holandés. Claro, el problema había sido resuelto por Red Bull el sábado por la noche. Entonces, ¿por qué volvía a fallar?
La explicación tiene que ver con las actualizaciones llevadas a Barcelona para reducir el peso del RB18. Según explicó Helmut Marko, algunas partes al ser más livianas flexionan más y esto habría hecho que el actuador del hidráulico del DRS no funcionara correctamente. Sumado al hecho de que Max accionaba el botón de apertura sobre los pianos del circuito, una zona en donde el auto se mueve mucho. En la transmisión televisiva se podía ver cómo el DRS se abría unos instantes y se volvía a cerrar. Verstappen empujaba el botón sucesivamente en la recta, pero eso no funcionaba.
En esos instantes el equipo decide decirle por radio que abra DRS fuera de los pianos y le pide calma. Max siguió las instrucciones y el DRS volvió a funcionar. El resto de la historia ya es conocida.
Ahora, ¿por qué sólo Verstappen tuvo este problema y Pérez no? Según Marko, con el nivel de desarrollo necesitado por estos autos, no hubo tiempo para hacer actualizaciones para ambos coches, por lo cual Max tuvo todas las partes nuevas mientras que Pérez no.
Está claro que Red Bull prioriza sus esfuerzos en Verstappen, no sólo con los desarrollos, sino también con las estrategias de carrera. Barcelona fue el claro ejemplo.