¿Binotto está logrando sus objetivos?
La actuación de la Scuderia en Bélgica estuvo configurada por una corriente de pensamiento que tiene que ver más con una escuela “Binottista” que “Arrivabenista”. Juego de equipo. Relegación de la “estrella” en post de la victoria del novato. Claves de la victoria ferrarista en Spa Francorchamps. ¿Va la Scuderia en el camino correcto?
A principio de año explicábamos las razones por las cuales se había marchado Arrivabene de Ferrari. Sin embargo, de alguna manera las causas expuestas en ese artículo en aquel momento no hayan sido suficientes para explicar en su totalidad las razones de esa partida, que, si bien fue rumoreada en la temporada 2018, llegó algo tarde, sobre el comienzo de esta temporada, debido a los cambios que esto significaba. Es que tal vez, esos motivos solamente se enfocaban en lo situacional y no en el aspecto de fondo, que hoy podría comenzar a salir a la luz, imponer un cambio total de mentalidad, una gestión que abriera las puertas de la Scuderia provocando un acercamiento del equipo a la gente y viceversa. Ferrari era gestionado más como una organización cerrada, con temor al error (recordemos las palabras de Maurizio en Japón 2018 cuando salieron todos a clasificar con slicks y las Ferrari calzaban neumáticos de lluvia) y sobre todo con esa calma tensa que podía verse tanto en el jefe de equipo como en sus comandados.
https://www.motorlat.com/notas/f1/9160/por-que-se-fue-arrivabene
No me mal interpreten, no estoy juzgando (¿qué autoridad tuviera para hacerlo?) o diciendo que una gestión es mejor que otra, sí que son distintas y estoy tratando de explicar cuáles son los cambios que se buscaban justamente con el “cambio”. Los resultados en pista de la gestión Arrivabene fueron muy buenos, peleando el campeonato en dos temporadas de las 4 disputadas. Sin embargo, hay que tener en claro algo, a veces, lo mismo que nos lleva al éxito, también nos lleva al fracaso si no sabemos cambiar a tiempo.
No hay que olvidar que los comienzos de Mattia al frente no fueron dulces. Australia fue un golpe duro para las aspiraciones rojas, y más viniendo de unas pruebas de pretemporada en donde habían dado a entender en base a performance que iban a ser los favoritos. Fiabilidad en Bahréin. Ordenes de equipo a destiempo en China. Accidente de Leclerc en Bakú. Y Binotto teniendo que decir que Vettel tenía prioridad sobre Leclerc.
Bueno, eso habría cambiado en Bélgica. El logro de Binotto pasó por convencer a un cuádruple campeón mundial, que está por encima de su joven y debutante compañero de equipo en el campeonato, que “juegue” para este. Al final de la carrera se escuchó a un Sebastian contento por el rendimiento del equipo, pero apenado por el propio. Entonces la tarea de Binotto no termina allí, sino que debe seguir sosteniendo a su campeón para que recupere esa moral que pareciera haber perdido hace tiempo (¿desde Alemania 2018?) y que fue clave para que ganara 4 campeonatos mundiales. Hay que recordar las palabras de Luca De Montezemolo, en cuanto a que Vettel necesita apoyo y contención para poder lograr los resultados.
Está claro, si a Ferrari se le escapaba esta victoria, y tenía muchas chances viendo lo que mostraban los Mercedes en velocidad de curva y en particular en el sector dos, y sumado a esto todo lo que se había hablado en las semanas previas en donde se juzgaba a los de Maranello como los candidatos naturales al triunfo en el trazado belga por su velocidad en rectas, la gestión de Binotto iba a ser fuertemente cuestionada. En especial, luego de haber estado haciendo dobletes todo el fin de semana, tanto en clasificación como en prácticas.
Lo que hizo Ferrari Spa puede estar marcando un punto de inflexión. ¿Cuántas veces dijimos que se sacrificaba a Leclerc, muchas veces erróneamente, para beneficio de Vettel? ¿Cuántas veces criticamos y hasta juzgamos estas decisiones? Al final era más de lo mismo. Era tener a Maurizio en el pitwall de nuevo. ¿O acaso tampoco pensamos (y hasta dijimos) que Kimi era el segundo piloto y Vettel el primero? Ferrari comprendió al menos una vez, que el trabajo en equipo brinda sus frutos y se enfocó en ello. La lección fue dura de aprender. La largada de Singapur 2017, o la clasificación de Monza 2018 son los ejemplos más claros que sin estrategia es muy difícil vencer a un equipo rival que es superior en varios frentes, no solamente en el coche.
Tal vez el manto triunfalista del fin de semana pueda hacer pensar a algún tifosi que Ferrari está de vuelta. Claramente no. Mercedes tiene en pista un coche muy superior en la mayoría de los circuitos del calendario de la categoría y dispone entre sus filas de un piloto que sabe capitalizar cada fortaleza del monoplaza por mínima que sea, y otro que lo ayuda. Esta vez la trazada de Spa, y la próxima la de Monza, están en comunión con la línea de diseño del SF90. Sin embargo, lo que vimos en Bélgica es un cambio en la línea de pensamiento de la Scuderia que podría marcar el principio de algo distinto, de encontrarle la vuelta para de una vez por todas arrancarle el dominio a Mercedes. Seguramente el Gran Premio de Italia se vestirá de rojo de principio a fin, o al menos hay altas posibilidades de que esto suceda, pero lo más importante aquí, es que se fijó, o al menos eso parece, un camino de largo plazo, pensando carrera a carrera y jugando estratégicamente con las fortalezas y las debilidades del equipo, pero con un objetivo claro que marca la ruta a seguir, la cual es dura, pero de la que se debe aprender.
Entonces, ¿por qué no pensar que los objetivos de Binotto se empezaron a cumplir en Bélgica?