¿Come dice, amico mio? – Las declaraciones de Luca Di Montezemolo -Parte 1
En la semana, muchos de los que queremos a la F1 hemos escuchado atentos el repaso de la carrera de Luca Di Montezemolo en Ferrari. Si bien lo que más trascendió fue lo que dijo sobre Fernando Alonso, también se refirió a otros pilotos icónicos de La Scuderia con bastante profundidad, como Clay Regazzoni, Niki Lauda y Michael Schumacher, y de pasada, “peinó” a algunos otros, como Sebastian Vettel y hasta dejó algún comentario para Lole Reutemann. Una reunión con Ayrton Senna. Por supuesto, Don Enzo Ferrari también tuvo su lugar.
Luca Di Montezemolo (71) comenzó su historia en Ferrari por allá en 1973, cuando apenas había terminado de cursar su carrera universitaria en New York, en la Universidad de Columbia. Piloto de rally oficial de Lancia, y joven abogado, pudo ser asistente de Don Enzo para ganarse su confianza y ya en 1974 estaba al mando del equipo de F1, y allí fue cuando contrató a Niki Lauda para que corra con Clay Regazzoni, con quien ya había compartido equipo en March.
Enzo Ferrari
Dijo que compartían mentalidades por cuestiones culturales. El Commendatore aprendió a ser más duro cuando se está en el tope, y a mirar atrás para saber que se hizo mal y así mejorar.
También mencionó que tuvo una muy buena relación con él, y fue su consultor en cuestiones personales. Fue una persona que le dio confianza en su carrera. Era una persona que motivaba la competencia para llegar a lo mejor.
Siempre estaba Ferrari antes que los pilotos para Don Enzo. El auto primero, luego el piloto. Aunque se mantenía cercano a los pilotos, pero siempre dio responsabilidades claras y el tomaba las decisiones.
Era una persona curiosa. Quería saber que hacían los demás equipos y secretamente quería saber sobre los otros pilotos que no corrían en La Scuderia.
También era un apasionado. Luca recordó que Don Enzo lloró en la victoria de Regazzoni y el título de Lauda en Monza, 1976. Don Enzo nunca subió en un ascensor, nunca tomó un avión y nunca fue a Roma. Tampoco iba a las carreras. Era parte del mito.
Era un genio del Marketing, agregó Di Montezemolo sobre el final.
Clay Regazzoni
Era rápido y tenia una mentalidad apasionada y generosa, como la gente de Napoli. A veces era demasiado generoso en pista. Clay estuvo celoso de Niki en la segunda parte de la carrera en Ferrari.
En 1974 estuvo cerca de ganar el campeonato en Watkings Glen.
Niki Lauda
Comentó que al momento de contratar a Lauda hubo una buena discusión para contratarlo. Ferrari no quería contratarlo, sino que quería a Jean Pierre Jarier. Clay Regazzoni fue el que convenció a Don Enzo, a pesar de que el austriaco no había ganado una sola carrera en la F1.
Niki Lauda era capaz de transmitir sus sensaciones luego de cada carrera directamente a Don Enzo, de una manera inteligente.
Con Niki somos amigos, declaraba Luca. Sus capacidades y sensibilidades eran muy fuertes.
Di Montezemolo también recordó el accidente en Nürburgring de Lauda, sobre todo cuando habló con los médicos luego del accidente y le dijeron que el problema era el humo que había tragado y se alojó en sus pulmones y no las quemaduras. Cuando volvió en Monza, luego de una increíble recuperación física y mental, no estuvo muy contento de ver a Reutemann en su lugar, de quien dijo que era un excelente piloto en clasificación, pero no tan bueno en carrera. Recordó como sangraba Lauda por las heridas de las quemaduras cuando se puso el casco.
Reconoció que no se enojó con Lauda en Fuji, en 1976 cuando estacionó la Ferrari, sin problema alguno, bajo un torrencial que hacia que las condiciones de pista sean muy peligrosas. Lauda venia recuperándose del accidente de Nürburgring en el que casi moría 4 meses antes. Fue entendible lo que hizo. Dijo que Don Enzo no estaba contento, pero entendió al piloto austriaco porque esas no eran condiciones de carrera.
Gerhard Berger
También se acordó del austriaco quien corriera para los de Maranello entre 1987 y 1989, por primera vez, para volver en 1993 y terminar en 1995 y lo reconoció como uno de los grandes volantes que pasaron por Ferrari, como una gran persona con quien mantiene una gran amistad hasta el día de hoy.
Ayrton Senna
Senna fue cenar a la casa de Di Montezemolo en Bologna el miércoles previo a la carrera de Imola, en 1994. No pudieron contratar a Senna porque tenia contrato con Williams, pero encontraron un punto en común en sus ideas, ambos, Senna y Di Montezemolo estaban en contra de las ayudas a los pilotos, como lo había sido la suspensión electrónica hasta 1993.
Senna le había confesado que quería ir a Ferrari al final de la temporada y estaba dispuesto a buscar una salida legal al contrato que lo ataba a Williams. Senna quería ganar con Ferrari. Senna era muy inteligente y no lejos de Schumacher y Lauda en términos de prestar atención a los detalles. “De primera clase”.