Dentro del círculo de trabajo de Joan Mir destaca un nombre: Tomás Comas. Si bien su cometido en el garaje nipón se reduce en primera instancia a mejorar el rendimiento deportivo del piloto, el preparador físico de Joan Mir se ha convertido en la mano derecha del joven balear que, tras arduo trabajo y constancia, hoy en día puede presumir de tener un título mundial. Ambos trabajaron codo con codo desde que su vinculó tomó lugar en 2011, convirtiéndose actualmente en fuente de inspiración y uno de los apoyos más valorados de Joan Mir en términos físicos y psicológicos.

“Nos conocimos en el Centro de Tecnificación de las Islas Baleares y fue una conexión diferentes a las demás. Siempre tuvimos buena relación, encajamos muy bien. Joan se dejaba enseñar y apuntaba muy alto. Vi en él unas habilidades, una coordinación, una predisposición y unas ganas diferentes a las demás. Coincidimos cuatro años y yo me fui a trabajar a tenis, pero seguía manteniendo el contacto con él e iba a verle a las carreras. A final de 2016 me propuso trabajar solo con él y viajar durante las carreras. Era un reto que cogí con ganas y así fue, en 2017 empecé con él. Desde el primer momento en 2020 ya vi esos pasos hacia delante”, recordó en una entrevista para la página oficial del campeonato.

Tomás Comas no dudó en elogiar la capacidad del piloto balear a la hora de plantar cara a la presión y esfuerzo que acarrea ser un piloto mundialista. Diez años después, el joven balear ha sido nominado a los Laureus World Sports Awards bajo la referencia ‘piloto revelación del año’. “Joan es una persona que cuando hace ‘click’, un paso, no vuelve para atrás. Siempre va a más. Ese fue un punto de inflexión. Todo él lo veía muy fuerte, con predisposición y muy convencido. A medida que han ido pasando las carreras se han ido acentuando. En algunos momentos de la temporada le dije que si seguíamos así, iría bien. Él siempre ha sido muy precavido y muchas veces me decía ‘va, va, ya veremos, vamos a ir carrera a carrera’. Yo se lo decía porque lo sentía y lo podía intuir un poco. Él lo veía muchas veces, pero esto es algo que no gusta comentar, pero aquí estamos. Necesitamos a lo mejor un poco más de tiempo para asimilar el resultado que hemos conseguido este año, pero bienvenido sea”, expresó.

Por su parte, Joan Mir también se deshace en elogios a la hora de hablar de Tomás, cuyo vínculo profesional y emocional se ha acentuado gradualmente. “Tomás es una persona muy tranquila, al contrario que yo aunque lo parezca. Nos complementamos muy bien, él me da mucha tranquilidad y eso durante las carreras es lo que necesito. Esa es mi arma. Hablamos de cosas distintas que, en su conjunto, me ayudan a nivel mental a dar el 100%”, completó Joan.