El retiro de Jorge Lorenzo, en el GP de Valencia el pasado mes de noviembre, como piloto de MotoGP no ha sido muy largo ya que como hace poco se ha confirmado, el balear será piloto probador de Yamaha. Jorge ha vuelto a subirse a la M1 después de casi cuatro años de pocas victorias. Dos años en Ducati en los que no pudo brillar como acostumbraba y uno en Honda, el cual se puede decir que ha sido uno de los peores de su carrera. Después de estos 4 años, Lorenzo regresa a su moto “ideal”, la que tantas alegrías le ha dado. El piloto hizo su primera aparición en el test de Sepang, donde hizo pocas vueltas pero efectivas, bajando su crono a 2:02.00 y compartiendo sensaciones con Fabio Quartararo, futuro piloto oficial del Yamaha Monster para la próxima temporada 2021 (sustituyendo a Valentino Rossi). Según se rumorea, Lorenzo podría correr como ‘wildcar’ en el gran premio de Motmeló, con la Yamaha que le ha ayudado a conseguir 3 de sus 5 títulos mundiales (2010, 2012, 2015).

Estas han sido algunas de las declaraciones del piloto español: “Ha sido un día muy esperado con muchas ganas, estaba un poco nervioso por entender varias cosas, por entender si la moto había cambiado mucho en tres años, si había perdido algunos puntos fuertes que tenía, he visto que no. Ya hemos acabado el día, el primero en Yamaha en un poco más de tres años, por lo que ha sido un día muy emocionante. Estaba un poco preocupado por un par de cosas, que la moto hubiese cambiado sus características o que hubiese tenido dolor de alguna lesión pero, honestamente, la espalda no me ha dolido” explicaba Lorenzo respecto a sus sensaciones.

Respecto a la moto: “La moto sigue siendo muy similar a la que dejé en 2016. Las características de la moto siguen siendo iguales, tiene muchos puntos fuertes, algunos débiles que ya hemos analizado para intentar solucionar en el futuro. En seguida he visto que la moto sigue siendo una moto dócil, con un motor muy suave para el piloto”.

Y Finalmente, sobre la efectividad de su pilotaje: "Estoy muy contento porque he progresado muchísimo. He empezado rodando en 2:05, 2:04 y al final hemos terminado en 2:00.5, que estamos todavía muy lejos del récord de la pista pero después de tres años sin pilotar la Yamaha y casi cuatro meses sin pilotar una MotoGP, está muy bien. Tengo que cambiar mi estilo de pilotaje, entender dónde está el límite para ser más rápido, pero para ser el primer día ha estado muy bien.  Estoy muy contento, el equipo perfecto, la moto sigue siendo muy competitiva y estoy seguro de que con el trabajo de todos la mejoraremos todavía más”.