Marc Màrquez (Repsol Honda Team) dominó de principio a fin el Gran Premio de la República Argentina. Descontando la Q1 (en la que no participó), el catalán lideró todas y cada una de las vueltas de carrera. No hubo piloto capaz de plantarle cara, al 93 no le pudo la presión e hizo un fin de semana perfecto.

El Gran Premio de Argentina disputado en el Autódromo de Termas de Río Hondo siempre ha sido casa de Honda (3) y Yamaha (2). El último piloto Honda en ganar allí fue Cal Crutchlow en 2018, y Màrquez se encargó de cambiarlo este fin de semana. El piloto de Cervera no dio opción a que ningún piloto le pudiese plantar batalla este fin de semana en el trazado santiagueño.

Tras las sesiones de libres, el piloto de Honda fue, en el combinado, 0.206s más rápido que el segundo clasificado, el australiano Jack Miller. Espectacular fue el dominio de Màrquez en el último sector del circuito: nadie durante el fin de semana pudo superar al 93 en el último tramo del circuito, algo que, en un final de carrera apretado, le hubiese venido de perlas, pero no le hizo falta.

Màrquez salió como un disparo, y en 3 vueltas había acumulado más de 4 segundos de ventaja con el grupo perseguidor. Su ritmo fue tan demoledor, que la lucha interesante estaba por el segundo puesto entre Rossi, Dovizioso y Miller, entre otros. Llegando a la penúltima vuelta, el 93 llevaba 12.4 segundos de ventaja con Dovizioso y Rossi, por lo que se pudo permitir celebrar con tranquilidad su triunfo, cruzando 9.8 segundos por delante de los italianos.

Su ritmo de carrera fue arrollador, y los datos lo confirman: la vuelta rápida de Marc Màrquez fue de 1:39.426, siendo 4 décimas y media más rápido que Cal Crutchlow, el siguiente en hacer la vuelta más veloz, esto con la misma moto ambos. Por otra parte, el catalán marcó una velocidad media de 172.7 km/h, siendo 0.7 km/h más rápido que Valentino Rossi, que venía en su lucha con Dovizioso.

En definitiva, el Gran Premio de Argentina fue un dominio colosal de Marc Màrquez, consiguiendo su tercera victoria allí. Su actuación fue digna de cualquier carrera suya en Austin o Sachsenring, circuitos en los que el piloto de Honda viene dominando. El Autódromo de Termas de Río Hondo se está convirtiendo en uno de sus circuitos fetiche.