Indycar| Cuando Rafaela tembló ante el rugido de motores
A 50 años de la histórica carrera de Indycar en Rafaela, Argentina, recordamos todo lo sucedido. Cómo surgió la posibilidad, la llegada de la categoría, participación ilustre de un piloto argentino y mucho más.
Este 28 de febrero se cumplirán cincuenta años de la competencia que disputó Indycar en el óvalo de Rafaela. Fue la única vez en la cual la categoría salió de Estados Unidos para disputar una competencia en Argetina.
Transcurrían los primeros días de 1971 y ya en la Argentina se habían disputado dos eventos internacionales: los mil Kilómetros de Buenos Aires, competencia válida por el mundial de Sport Prototipos-en ese momento conocida como World Sportscar Championship-, y el Gran Premio de Formula 1-sin puntos-. A esto se le sumaba a finales de febrero la Rafaela Indy 300, organizada por la Subcomisión del Automóvil y el Club Atlético de Rafaela (Santa Fé).
En ese momento, la categoría era sancionar por la United States Auto Club (USAC) y la denominación en aquella época era Indycar USAC. La serie se mantuvo con ese nombre hasta 1979 cuando mutó a CART, y el resto de la historia ya es conocida como pudimos desarrollar en el documento de CART vs IRL redactado hace algunas semanas.
Todo comenzó cuando el Dr. Virgilio Márquez, ex integrante de la Comisión Directiva del Club Atlético de Rafaela, fue a presenciar las 500 Millas de Indianapolis de 1970. Al corto plazo, Henry Banks, quien era en aquel momento director de competición, relaciones públicas y seguridad en el Auto Club de Estados Unidos, viajó al país y allí se empezó con las tratativas. Hubo mejoras en el Autódromo, sobre todo en el “Curvón Norte”, variante en la cual Andrea Viannini había tenido un fuerte accidente. Las competencias que disputó la Mecánica Argentina Formula 2 y Sport Prototipos sirvieron para hacer modificaciones.
En un principio, la carrera iba a ser sin puntaje y las figuras principales iban a ir a correr una competencia de NASCAR en Ontario. Sin embargo, la USAC decidió que esta competencia otorgue puntaje válido para el campeonato que se terminó adjudicando Joe Leonard.
El 23 de febrero inició la acción con los entrenamientos, con el argentino Carlos Pairetti entre los inscriptos. Los vehículos estaban compuestos por motores Ford, Chevrolet, Offenhauser y Erogando.
La extensión de 4624,46 metros, inclusive mayor a Indianapolis. Lloyd Ruby (Mosgoose-Ford) se quedó con el mejor registro en clasificación en 59 segundos y 74 centésimas a un promedio de 278,675 Km/H.
Al Unser Sr-campeón defensor en aquel momento-se impuso en sendas mangas con mucha solvencia, con el auto del equipo Colt motorizado por Ford con motor Turbo.
El único accidente lo protagonizó Bentley Warren en la segunda serie. Por fortuna, no hubo consecuencias físicas para el piloto.
El monarca de Turismo Carretera de 1968, Pairetti, fue decimosegundo en la primera batería y noveno en la segunda, a los mandos de un Volstedt con impulsor Ford Turbo. Uno de los grandes ídolos argentinos declaró posteriormente que su sueño de correr la Indy 500 se truncó, pero el hecho de haber disputado semejante compromiso fue un objetivo cumplido, ante el apoyo de 35.000 personas en el circuito Rafaelino.
En esa temporada, al igual que en la anterior, Unser se impuso nuevamente en una de las tres joyas de la “Triple Corona” automovilística que supo ganar en cuatro ocasiones. Más tarde, logró dos títulos en la CART con Penske (1983 y 1985), para luego retirarse en la Indy 500 de 1993 y poner punto final a su trayectoria deportiva.
¿Podrá volver Indycar a la Argentina en un futuro?, ¿Sudamérica está preparada para organizar una competencia de Indycar?. Veremos si estas interrogantes planteadas se pueden cumplir algún día.