A falta de una carrera para convertirse en campeón de la Fórmula 2, Williams ha confiado en George Russell (respaldado por Mercedes) para la temporada 2019. Esperan que el talento del joven británico les permita pelear con los coches de media tabla tras un 2018 para olvidar en la histórica escudería.

En 2014, Russell participó en tres competiciones: BRDC Fórmula 4 (ganó la competición), Fórmula Renault 2.0 Alpes (finalizó cuarto) y en la Eurocopa Renault 2.0 (al ser invitado no acumuló los puntos). En los siguientes dos años participó en el Campeonato europeo de Fórmula 3, siendo sexto y tercero, además de correr en el Masters de Fórmula 3 (segundo), por lo que disputó el histórico Gran Premio de Macao (logró la séptima plaza). En el año 2017 volvió a ser campeón, en la GP3 series, con el equipo ART Grand Prix. Un campeonato que le dio el billete para disputar la Fórmula 2 en la presente temporada, de nuevo con ART.

Si finalmente es campeón de Fórmula 2, este piloto de veinte años tendría un palmarés asombroso en las categorías inferiores de monoplazas. Sin embargo, en los últimos años hemos contemplado que un gran historial y un gran talento no son suficientes para mantenerse en la Fórmula 1, son los casos de Ocon y Wehrlein. El primero prácticamente está fuera de la categoría reina, solo el milagro de un volante en Williams le salvaría, a pesar de mostrar un buen pilotaje y competir de tú a tú con otro gran piloto como es “Checo” Pérez. El segundo, tras pasar por las dos peores escuderías de 2016 y 2017, Manor y Sauber respectivamente,  mostró buenos resultados en el gran circo, aunque no logró un asiento para 2018. La escudería germana le destinó a su filial en el DTM, pero ha vuelto a quedarse sin plaza tras la marcha de Mercedes en dicha competición. En cambio, pilotos que no han aprovechado las oportunidades otorgadas por sus equipos siguen en la F1, por ejemplo Stroll y Ericsson. Ambos no han mostrado grandes destellos de calidad, aunque el sueco finalmente no estará en 2019.

Es una prueba clara de que algo pasa en la Fórmula 1 y de una mala gestión de Mercedes con sus jóvenes promesas. Pilotos talentosos obligados a “emigrar” a otras categorías a la espera de una carambola que les permita regresar; y de forma injusta, pues no tienen asiento por asuntos ajenos. Ocon por la compra de Force India por el padre de Stroll (es un secreto a voces que el canadiense lo sustituirá para la siguiente temporada) y Wehrlein, en la cuerda floja para 2017 tras la quiebra de Manor, finalmente no pudo mantener su plaza en Sauber tras la incorporación de Alfa Romeo en la escudería suiza en 2018 (el plan es convertirla en “un equipo B” de Ferrari).

Toto Wolff afirmó: “No tengo dudas de que Esteban Ocon ganará carreras y luchará por el campeonato en el futuro” dando a entender la imposibilidad de desprenderse del joven francés. Pero, ¿qué hará? No podrá enviarlo al DTM como Wehrlein, y si ambos tienen que conformarse  con ser pilotos de desarrollo de la escudería de la estrella ¿cuándo tendrán su oportunidad?

Los predecesores de Russell han tenido infortunio en la categoría reina y si la dicha gestión con las jóvenes promesas no cambia, es posible que tenga el mismo final... ¿Podrá Russel inclinar la balanza a favor del talento, ganándole la partida a los intereses ajenos y al dinero? La respuesta se verá, probablemente, al final de la próxima temporada.