Las mejores Team Radio del GP de Bélgica
Repasamos las mejores radios que nos dejó el pasado Gran Premio belga en el Circuito Spa-Francorchamps.
La tranquilidad con la que sucedió todo a partir de la vuelta 2 en el GP de Bélgica nos privó de las siempre entretenidas conversaciones entre pilotos e ingenieros. Aun así, la jornada de sábado y el accidente que ocasionó Nico Hülkenberg en la primera curva dieron de que hablar bajo los cascos.
Uno de los momentazos de este GP de Bélgica fue producido por Sebastian Vettel, durante la Q3. En la calle de boxes, los mecánicos remolcaban su monoplaza hasta el garaje, pero lo hacían sin levantarlo del suelo: “¡Para, para! ¡Vas a rayar el suelo! ¡Basta! ¿Qué haces? Levanta el coche por el amor de Dios”. El alemán, viendo que nadie le hacía caso, se resignaba y solo decía en un tono más apenado: “Estás rayando el suelo… estás rayando el suelo”. Afortunadamente para él, el coche quedó intacto y pudo lograr el triunfo el domingo.
Momento de celebración para Lewis Hamilton tras conseguir una nueva pole en el trazado de Spa. “¡Sí! Bien hecho compañero. Oh, ¡esto ha sido intenso! Increíble vuelta, clavaste el último sector. Fantástico trabajo, P1”, clamaban desde el muro al inglés. “Definitivamente lo fue, fue justo. Fue una vuelta complicada de hacer. Grandísimo trabajo por sacarnos a tiempo”, replicaba Hamilton desde la pista.
Otro que estuvo de celebración fue Esteban Ocon, incrédulo ante la tercera plaza conseguida. Desde el box le daban la noticia con total normalidad: “Esteban, P3, P3”. El francés no daba crédito: “¿Estás bromeando? ¿Estás bromeando? ¡Wooooo! ¡Sí! ¡Woo! Bien hecho chicos, bien hecho”. Desde el garaje le anunciaban las posiciones: “Hamilton, Vettel… tú”. A lo que el francés solo supo responder: “Oh Dios mío”.
Ya en la carrera, todo el protagonismo para el accidente en la vuelta 1. Charles Leclerc veía pasar el MCL33 de Fernando Alonso por encima de su cabeza, impactando en su halo: “Vamos… ¿qué, qué… qué hizo?” Difícil debe ser imaginar como un monoplaza puede llegar hasta tal situación sin ver la jugada.
Ricciardo fue forzado a abandonar tras perder gran parte de su alerón trasero. El australiano comentaba la jugada tras ser golpeado y embestir a Kimi Räikkonen: “Sí, he golpeado delante, estoy seguro que tengo daños. Noté un golpe en la entrada de la 1”. Desde el box le preguntaban si había sido por detrás, y el aussie continuaba su explicación: “Sí, y después en la salida golpeé a Kimi”. El muro confirmaba que un McLaren había “surcado por encima de todos en la parte de atrás”.
El otro afectado por la jugada, el finlandés de Ferrari, se las tenía tiesas con su monoplaza, destinado al garaje: “Es imposible conducir. Estoy arrastrando algo, no puedo ir a ningún lado así, voy a trompear”. Desde el box le pedían seguir, pero Räikkönen tenía razones de peso para entrar: “Mi DRS está abierto en la recta y no lo he pulsado. Está todo el rato abierto”.
Tras 44 vueltas bastante poco productivas en cuanto a mensajes, llegaba la bandera a cuadros. La celebración, a diferencia del domingo, corría del lado de Ferrari. “P1 Sebastian, P1. Limpio y justo. ¡Bravísimo!”. Vettel contestaba con su particular italiano: “¡Gracias chicos, gran carrera! Gran esfuerzo durante todo el fin de semana, bien hecho.” A lo que acompañaba con unas cuentas notas musicales.