F. Alonso tiene tendencia a... llevar su monoplaza a otro nivel
Las palabras de Christian Horner atacando al español parecen más fruto de una defensa a ultranza de Honda que de la lógica. El español ha llevado su monoplaza a su máximo exponente allá donde ha ido, y actualmente es uno de los pilotos más mediáticos de la parrilla de Fórmula 1.
El mercado de pilotos tiene como epicentro de la discusión y la especulación al asiento que ha dejado libre Daniel Ricciardo en Red Bull. Christian Horner no ha tardado en eliminar a uno de los candidatos de la lista, Fernando Alonso. Además, no se ha limitado a cerrarle la puerta al español, sino que ha querido golpearle con ella en las narices, quisiera el español entrar o no a la casa de las bebidas energéticas. Parecen unas declaraciones en defensa del orgullo de Honda, futuro motorista de la casa, y aquel al que tanto puso en el punto de mira el piloto asturiano.
“Tiende a causar un poco de caos donde sea que haya ido. No estoy seguro de que sea lo más saludable para el equipo que Fernando se una". Las palabras de Horner, que no son ninguna mentira, son usadas de manera equivocada. Si de algo es sospechoso Fernando Alonso, y por lo que se le debe valorar, es por sacar el máximo rendimiento de sus monoplazas: lo hace ahora en McLaren y lo hizo anteriormente con Renault y con Ferrari.
El asturiano es uno de los pilotos más mediáticos de la parrilla, seguramente el número 1 junto a Lewis Hamilton, y es evidente que sus acciones y palabras siempre van a acarrear una marea mediática. Sus detractores no son más que sus seguidores, pero tampoco menos, por lo que cada pisada de Fernando Alonso se convierte en una batalla sin cuartel. Siempre va a haber revuelo allá donde esté el piloto español, siempre van a haber discrepancias y siempre va a haber un tema de conversación. Hasta aquí todo es discutible: su actitud dentro de un garaje, con la prensa, en redes sociales… pero sus resultados en la pista son incuestionables, y aunque no son la única medida por la que se ha de valorar a un piloto, sí ha de ser la de mayor peso.
La llegada de Fernando Alonso al box contiguo al de Max Verstappen sería como la entrada de un elefante a una cacharrería, de eso no hay duda, pero en la casa de las bebidas energéticas han de mirarse en el espejo. El piloto holandés es uno de los pilotos más problemáticos de la parrilla, más o menos que el asturiano, pero también siempre en el punto de mira. La lucha de egos sería el gran problema de ese garaje, pero no se ha de culpar a Fernando de ello con unas declaraciones como las del jefe de Red Bull.
Que ponga Milton Keynes patas arriba si es capaz de hacer un coche ganador, que cada semana este en el centro de todos los focos, que haga lo que quiera Fernando Alonso si es capaz de conseguir hacer un Red Bull campeón. El asturiano siempre ha llevado sus coches un paso más allá de la lógica, y su etapa en Ferrari es la mejor muestra de tal efecto. En sus horas más bajas, el español cogió el toro por los cuernos e hizo volver a sonar el himno italiano alrededor de todo el mundo. Ahora que tenemos la situación en contexto, que le digan a los patrocinadores que tener a Fernando Alonso en su coche, con la repercusión mediática y los resultados que traería consigo, no es la mejor opción.