Lewis Hamilton vuelve a lo más alto. El piloto de Mercedes gana un GP de Francia que empezó de forma caótica desde la salida. Vettel entra pasado en la zona de frenada y se lleva por delante a Bottas cuando intentaba adelantar al finlandés de Mercedes. Las consecuencias además de la pérdida de posiciones fueron la rotura del alerón delantero del Ferrari de Sebastian y pinchazo para Bottas acompañado de daños en el fondo plano de su Mercedes. Este incidente provocó un verdadero caos en las posiciones delanteras y dicha circunstancia la aprovechó Carlos Sainz para colocarse en tercera plaza tras una magnífica arrancada. También hubo un arranque bastante movido por detrás que dejó a los pilotos franceses Esteban Ocon y Pierre Gasly fuera de combate, y el Safety Car apareció sobre el asfalto del Paul Ricard. Con dos de sus máximos rivales en el día de hoy en la cola del pelotón y teniendo sólo a Verstappen segundo, Lewis lo tenía todo para imponer su ritmo y escaparse.

Tras bajarse el telón del coche de seguridad teníamos previsto ver la remontada de nombres top como Vettel o Bottas, o cuánto podría aguantar Sainz esa posición de podio. Se relanzó la carrera con más polémica tras un trompo de Fernando Alonso en el momento en que Vettel le sobrepasaba. Alonso aseguró por radio que el alemán fue muy agresivo y que hubo un toque, aunque por las imágenes no se aprecie demasiado. Por delante, situaciones estables al principio hasta que Ricciardo se decidió a ir a por Carlos Sainz, que empezó a caer posiciones. Dirección de carrera decide sancionar a Vettel con 5 segundos añadidos de parada por su maniobra con Bottas al principio de carrera. Mientras tanto en la parte más alta, Hamilton seguía controlando la carrera y manteniendo siempre un colchón de tres segundos mínimo sobe el holandés Max Verstappen.

Todo estabilizado salvo las grandes remontadas de Vettel y Bottas, sobre todo la del alemán. El piloto de Ferrari ya era quinto una vez disputadas 20 vueltas en el Paul Ricard. La remontada del de Mercedes fue algo más tímida, quizá debido a los problemas que les supuso el toque de la salida. Se agitó la coctelera de emociones cuando, casi en el ecuador de la carrera, mencionan tanto a Alonso como a Ricciardo la palabra mágica: lluvia. Al final no cayó ni una gota, pero la previsión nos tuvo en vilo durante unas vueltas. En la vuelta 26 empieza el baile de las paradas Max Verstappen, quien estaba siendo cazado por su compañero Daniel Ricciardo. El holandés sale justo por delante de un Vettel que quería cazar el podio. El piloto ruso de Williams Sergey Sirotkin es sancionado también por los comisarios, en esta ocasión por ir demasiado lento en el periodo de coche de seguridad.

A partir de aquí la carrera se estanca algo, pero se avecinaba pelea por las posiciones de privilegio. Ricciardo al parar sale por detrás de Vettel pero acaba pasando al alemán por neumático nuevo. Los neumáticos de los monoplazas que pasaron por la calle de boxes en la primera vuelta desfallecen, y provoca ver la segunda parada de hombres como Bottas, Vettel (que cumple su sanción de cinco segundos), y Alonso.

En las últimas vueltas Ricciardo caza a Kimi en la lucha por la última plaza del podio, ayudado también por unos mejorables doblajes de un Lance Stroll que vio como su neumático reventaba a cuatro vueltas del final, provocando la salida del coche de seguridad virtual. Un Carlos Sainz que veía amarrada su sexta posición sufrió un problema con el MGU-K que le hizo perder dos posiciones, y no fueron más gracias a la presencia del Virtual. Y tras la bandera a cuadros, victoria de Lewis Hamilton que le convierte en el nuevo líder del mundial. Próxima estación: Austria, dentro de cinco días.